Las marcas alemanas acostumbran a ser muy escrupulosas en lo que a ciclos se refiere. Por ciclos nos referimos a el periodo que pasa desde que se lanza un nuevo modelo hasta que se le realiza la primera actualización (o restyling), y desde ese momento hasta que, por lo general, se presenta su reemplazo, ya sea un nuevo modelo o una generación. En el caso de los fabricantes alemanes, estos plazos suelen durar, por norma general, cuatro años, medio año arriba o abajo.
Sin embargo, Audi parece que va a saltarse esta norma no escrita en el caso del Q7. La segunda generación de este SUV llegó en 2015, experimentando una primera actualización en 2019. De seguir los plazos establecidos, este año 2023 hubiese sido el momento de conocer una entrega totalmente nueva. Sin embargo, las fotografías tomadas por los espías de CarPix parecen confirmar que, al menos de momento, no habrá un nuevo modelo, sino una segunda actualización.
Todo sea dicho, podría tratarse de una estrategia por parte de la marca para ‘despistar’; sin embargo, el hecho de que hasta ahora no hayamos tenido noticias al respecto, prácticamente sirve de confirmación sobre que Audi haya decidido prolongar la vida de esta segunda generación algo más de lo esperado. En este sentido, cabe destacar que el primer Q7 estuvo a la venta durante nueve años, de 2006 a 2015.
Audi Q7 2023: así será
Al tratarse de un restyling, el Q7 2023 no tendrá cambios estructurales; es decir, mantendrá la plataforma MLB del Grupo Volkswagen y, con toda probabilidad, seguirá fabricándose en la planta de Eslovaquia. Tampoco se esperan grandes cambios en la gama de motores, que principalmente estará compuesta por propulsores diésel e híbridos enchufables. La versión eléctrica llegará, aunque ya para la siguiente generación. Todas las versiones estarán asociadas a una caja de cambios automática Tiptronic de ocho relaciones y a la tracción total permanente Quattro.
En cuanto al aspecto estético, las imágenes muestran un diseño bastante continuista, en el que predominan las líneas curvas. Tampoco debería de haber una gran diferencia en lo referente a dimensiones, con una longitud por encima de los 5 metros.
Sí habrá mayores diferencias en lo referente al aspecto del salpicadero, que heredará las últimas tecnologías de la marca; con probabilidad, será semejante al empleado en el Q8 e-tron. También se mantendrá la que es una de las grandes señas de identidad del Q7, la posibilidad de equipar una tercera fila de asientos (salvo en las versiones híbridas enchufables).