Existe una frase que suele repetirse a menudo entre los aficionados al mundo del motor: «ya no se hacen coches como los de antes». Y, al menos, en lo relativo a los deportivos, es una afirmación bastante cierta.
Por eso, en un mundo de coches de altas prestaciones cada vez más aburguesado, puede decirse que el BMW M2 CS, del que tan solo se fabricarán 2.200 unidades, es un coche especial.
Y es que, cuenta con la misma configuración que los BMW M más gloriosos del pasado: carrocería coupé, propulsión trasera y una caja de cambios manual de seis velocidades. Está claro que este BMW, que se posiciona por encima del M2 Competition, sí que parece un coche como los de antes.
Es un BMW M2 con alma de circuito
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Desde el punto de vista mecánico, el BMW M2 recurre a un propulsor de sobra conocido: la mecánica 3.0 biturbo de gasolina presente en los M3 y M4. De esta forma, con 450 CV de potencia y 550 Nm de par máximo bajo el capó, el modelo alemán es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en apenas 4,0 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 280 km/h, limitada electrónicamente.
Por otro lado, también existe la posibilidad de equiparlo con la transmisión automática de doble embrague M-DCT, de siete velocidades y, en este caso, la aceleración de 0 a 100 km/h se reduce hasta los 3,8 segundos.
Aunque, tal vez, lo mejor que se puede decir es que este BMW ha sido desarrollado de forma paralela junto al M2 CS Racing destinado a correr en circuito, así que cuanto menos, parece que tendrá un comportamiento prometedor.
Todo, en un modelo que se ha desarrollado de forma paralela al BMW M2 CS Racing, gracias al apoyo de BMW Motorsport. Lo que te dará una idea sobre una de sus principales cualidades: quemar el asfalto de los mejores circuitos del mundo.
BMW M2 CS: un chasis que promete
Pero si un coche corre, tiene que frenar. Y para ello, la marca bávara a dotado a este BMW con un equipo de frenos compuesto por discos ventilados y perforados, de 400 milímetros, mordidos por unas pinzas monobloque de seis pistones, en el eje delantero. Por otro lado, en el eje trasero incorpora discos de 380 milímetros. Además, de forma opcional, podrá equipar unos discos carbonocerámicos más resistentes a al calentamiento.
Por otro lado, un vistazo a su carrocería detalla la introducción de pequeñas novedades enfocadas a mejorar el rendimiento, como un capó y un techo de fibra de carbono, que además incorpora una generosa abertura para refrigerar el motor, un splitter delantero, el difusor y el alerón delantero..
Por ahora, se desconoce el precio y la fecha de comercialización, pero sí parece que en el futuro podría convertirse en un preciado clásico, objeto objeto de deseo para los coleccionistas.
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