Prueba del BMW M340i xDrive

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso


Por si el lanzamiento de una nueva generación del ilustre BMW Serie 3 no fuese ya bastante noticiable, ahora contempla una versión M Performance dentro de su gama.

Te preguntarás por qué conducimos un BMW Serie 3 camuflado cuando en tu grupo de WhatsApp de ‘quemadillos del motor’ han llovido las fotos definitivas del nuevo Serie 3. Y, posiblemente, te va a parecer muy raro que hayamos venido, hasta el circuito de Portimão –Portugal–, conduciendo el mismo coche pero sin pegatinas. Eso sí, con otro motor, concretamente el 330i.

La razón reside en que el nuevo Serie 3 cuenta en su gama con una variante M Performance, esas que están a medio camino entre los BMW normales y los BMW M, aunque para mí siempre han estado más cerca de los primeros. Y el coche que estás viendo en esta página es un M340i, cuyo aspecto difiere un poco del de cualquier otro Serie 3 con paquete M Sport. Por eso va camuflado.

Dicho esto, bajo este estrambótico atuendo negro y blanco tienes la nueva y séptima generación del reputado BMW Serie 3, bautizada como G20. Es un vehículo completamente nuevo, y está basado en la plataforma modular CLAR, que es la que emplean todos los BMW desde 2015, excepto los de tracción delantera.

En lo estético ha cambiado bastante, pero respetando su pedigrí, con una parrilla más grande, pilotos traseros más afilados y, en general, un mayor empaque desde cualquier punto de vista, a pesar de que sus dimensiones no varían demasiado –es 7,6 cm más largo y sólo 1,6 cm más ancho–. Los faros delanteros de serie son de led, y en opción pueden incorporar un diodo láser para luces de carretera capaz de hacerte ver lo que hay 530 m más adelante.

La gama mecánica es de lo poco que se rescata de la anterior generación F30, pero es lo bastante buena para aguantar otra más. Todos los motores reciben pequeños reajustes, aunque es el del M340i el que verdaderamente ha evolucionado. Algo lógico, pues antes esta versión se denominaba 340i a secas, pero ahora luce una M delante, y esa letra hay que justificarla.

BMW M340i

Bajo el capó del M340i se encuentra el mismo bloque 3.0 B58 de seis cilindros en línea que estrenó el propio 340i F30, el cual se beneficia de nuevos inyectores y turbo twin scroll. La electrónica hace el resto para que la potencia crezca hasta 374 CV –48 CV más –y el par alcance 500 Nm –50 Nm más–. Con todo, el M340i acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, es decir, medio segundo más rápido que el 340i de anterior generación.

Mientras espero sentado en el pit lane, me entretengo jugueteando con el mando iDrive, que ahora manipula un sistema multimedia, integrado en una pantalla de 10,2″, más completo y sofisticado que el antiguo, aunque también un poco más dificultoso al principio. Además, incluye comandos vocales y un asistente personal parecido al Siri de Apple.

Puedes pedirle que te conecte la calefacción, te diga el tiempo en cualquier lugar, o hasta mantener una conversación poco profunda. Destaca la nueva instrumentación digital integrada en un display de 12,3″, y se aprecia un mayor refinamiento general respecto al F30 y una elevadísima calidad de materiales y ajustes.

El motor arranca con un hondo pero atenuado bramido. Me tomo la primera vuelta como reconocimiento, pero el chasis se muestra tan increíblemente equilibrado que antes de acabarla ya comienzo a buscar los límites.

BMW M340i

El Serie 3 siempre ha sido un coche que ha respetado unos pilares básicos, y todos ellos rondan a la experiencia de conducción. La concepción de motor longitudinal, propulsión trasera y reparto de pesos lo más cercano posible al 50:50 –en este caso, clavado– es sagrada.

Es cierto que esto sacrifica algunos aspectos, como el hecho de que la habitabilidad atrás no sea su punto fuerte –aunque ha mejorado levemente respecto al F30–, pero todo el mundo sabe que la berlina media deportiva por antonomasia es el Serie 3, y así quiere BMW que siga siendo.

El motor empuja con más fuerza que en el anterior 340i. Ya era rápido, pero ahora te transmite su ‘mala leche’. Además, la integración del turbo y del colector de escape reducen el retraso en la respuesta del acelerador en un 25%. Desde 1.500 rpm tira con fuerza, y pasadas las 4.800 rpm se desmelena mientras ‘se traga’ cada una de las marchas de la intachable transmisión automática de ocho relaciones, cuyos cortos desarrollos en las primeras velocidades dotan al M340i de una aceleración digna de un BMW M.

Resulta impactante llegar a final de recta a 240 km/h con un BMW que no es un M. No sé si la marca es consciente, pero con semejante rendimiento acaba de ‘condenarse’ a crear un M3 increíble. Esto promete…

El centro de gravedad se sitúa levemente más abajo que en el antiguo modelo, lo cual unido a los excelentes amortiguadores –ver Tecno–, que además en esta versión incorporan los muelles M Sport 10 mm más cortos que los estándar, propicia que el coche gire muy plano y cambie de dirección con gran precisión. Ejes un poco más anchos –43 mm delante y 21 mm detrás–, 55 kg menos de peso total y una mayor rigidez estructural ponen el resto para que sientas las inercias bajo control.

Además, se muestra más intuitivo que su predecesor, indicándote con nitidez cuál es el momento en el que alguno de los cuatro neumáticos llega a su límite de adherencia. La dirección es más directa y comunicativa, y los frenos M Sport, con pinzas monobloque de cuatro pistones delante, no muestran las carencias de antaño.

La incorporación de un diferencial autoblocante en el eje trasero beneficia su motricidad y enfatiza su temperamento de coche de propulsión, aunque por alguna razón el M340i sólo se venderá con tracción total xDrive. Sin embargo, el eje trasero es el director de orquesta, sobre todo en el modo de conducción Sport+. Al acelerar en la salida de las curvas, sientes cómo el tren trasero recibe casi la totalidad del par mientras dibuja una sexy derrapada.

Es ágil, directo y transmite confianza. El tratamiento M Performance le sienta sensacional, proporcionándole un carácter mucho más agresivo que el del antiguo 340i. Pero, por encima de todo eso, esta nueva generación del Serie 3 presenta aptitudes tanto prometedoras de cara al futuro M3, como competentes para quien simplemente busque una berlina premium. Con toda seguridad, el Serie 3 G20 seguirá engrosando la reputación que no ha dejado de alimentar desde 1975.

Versión probada: M340i xDrive 374 CV

Motor6 cilindros en línea, turbo, 2.998 cc, 4 válvulas por cilindro
Potencia374 CV
Par500 Nm
Largo / ancho / alto4,70 m / 1,82 m / 1,43 m
Velocidad máxima250 km/h (limitada)
0-100 km/h4,4 segundos
Consumo mixto7,5 l/100 km
Emisiones CO2172 g/km
Maletero480 litros
Peso1.560 kg
CambioAutomático, 8 velocidades
TracciónTotal

 

BMW Serie 3