Menos de un año después del lanzamiento del BMW Serie 8 Coupé, hace lo propio la variante descapotable, que emplea un techo de lona de accionamiento eléctrico y comparte sus motorizaciones con la versión ‘cerrada’.
El primero BMW Serie 8 llegó al mercado en 1989, y se marchó en 1999 sin un sucesor directo que lo reemplazara. En aquel periodo de tiempo, el Serie 8, conocido internamente como E31, fascinó a la mayoría de entusiastas de los coches con un diseño impresionante. Sus aletas traseras ensanchadas, la ausencia de pilar B o los característicos faros escamoteables de forma rectangular le proporcionaban una personalidad muy marcada. Sin embargo, nunca existió una versión descapotable.
Tras ese E31 fue el Serie 6 en 2003 el que llegó para ocupar parcialmente su lugar en la gama BMW, pero nunca fue su sucesor directo. Sí lo es el nuevo Serie 8, presentado en junio de 2018 y del que sí existe una versión descapotable.
Cuenta con una capota de lona de accionamiento eléctrico que se pliega o despliega en 15 segundos, operación que puede realizarse circulando a una velocidad de hasta 50 km/h. La capota, sus mecanismos y el paquete de refuerzos que incorpora la carrocería para perder la menor rigidez posible, elevan el peso del vehículo en 125 kg, alcanzando un total de 2.015 kg. En su defensa hay que decir que el aislamiento térmico y acústico que proporciona el techo de lona es simplemente impecable.
El interior es el mismo que el del Serie 8 Coupé, con la salvedad de que los asientos cuentan, en opción por 830 euros, con unos conductos en los respaldos que dirigen un chorro de aire caliente directamente a tu nuca. Entre esto y el deflector de aire (de serie), circular descapotado incluso cuando la temperatura ambiente es baja resulta muy agradable. En la parte negativa, el maletero pierde 70 litros, pasando de 420 a 350 litros de capacidad.
La gama mecánica procede del Serie 8 Coupé, con un 840d diésel de 320 CV y un M850i con motor 4.4 V8 biturbo de gasolina que alcanza 530 CV, con los que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, es decir, 0,2 seg. más de lo que precisa el M850i coupé. En ambos casos la tracción es total xDrive, la caja de cambio es automática de ocho relaciones, y el eje trasero es direccional. El sobreprecio del Serie 8 Cabrio respecto al coupé es de unos razonables 8.800 euros.
En marcha es un coche que se siente menos grande y pesado de lo que realmente es. Resulta ágil, muy estable, tremendamente cómodo y tan sólo podríamos criticarle que, por su condición de GT de lujo, no es que transmita al volante unas sensaciones demasiado nítidas, puesto que deja al conductor un poco aislado de la experiencia de conducción.
Sin embargo, respecto a rivales potenciales (que no directos) como el Mercedes-AMG E 53 Cabrio, el Mercedes S 560 Cabrio, el Maserati GranCabrio o el Aston Martin DB11 Volante, el BMW Serie 8 Cabrio, en su versión M850i, ofrece el mejor resultado si lo que te gusta es conducir. Además, por un precio de 149.200 euros resulta más económico que todos los anteriores salvo el E 53, que por otra parte dispone de 95 CV menos y no es tan lujoso. En definitiva, el Serie 8 Cabrio es un muy buen producto y un digno sucesor del fastuoso Serie 8 de 1989.
- Lo mejor: Es el descapotable de lujo que mejor comportamiento ofrece.
- Lo peor: Por lógica, el espacio interior y el maletero se ven resentidos respecto al Serie 8 coupé.
Versión probada: M850i Cabrio 530 CV
Motor | 8 cilindros en V, 4.395 cc, 4 válvulas por cilindro |
Potencia | 530 CV de 5.500 a 6.000 rpm |
Par | 750 Nm de 1.800 a 4.600 rpm |
Largo / ancho / alto | 4,85 m / 1,90 m / 1,34 m |
Velocidad máxima | 250 km/h (autolimitada) |
0-100 km/h | 3,9 segundos |
Consumo mixto | 10,0 l/100 km |
Emisiones CO2 | 229 g/km |
Maletero | 350 litros |
Peso | 2.015 kg |
Cambio | Automático, 8 velocidades |
Tracción | Total |
[sf_btn type=»newsletter» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter?Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]