Aprovechando el inicio de año, la firma alemana BMW ha sometido a una ligera renovación a sus dos monovolúmenes Serie 2 Active Tourer y Grand Tourer, con habitáculos de cinco y de siete plazas, respectivamente. No se trata de una revolución, sino más bien de una actualización que les otorga un aire más fresco a mitad de su vida comercial y corrige las pequeñas deficiencias o faltas de equipamiento que pudiera tener el modelo del año anterior.
Así, nos encontramos con que BMW ha introducido nuevos diseños de llantas de aleación y ha aumentado la paleta de colores disponible para su carrocería. En cuanto a los cambios de aspecto, los paragolpes ahora tienen una forma diferente y la parrilla frontal es más ancha y con un marco cromado en cada riñón; y los faros Full LED cuentan ahora con un mayor número de funciones. Además, pueden incluir una salida de escape doble o un difusor trasero específico para estos modelos.
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En lo que respecta al habitáculo, la firma bávara ha renovado la instrumentación, las opciones relativas a la tapicería y el catálogo de molduras decorativas. Igualmente, la pantalla multimedia del sistema de infoentretenimiento tiene al menos 6,5 pulgadas y es compatible con Apple CarPlay. Además, el selector de posición en las versiones dotadas con una caja de cambios automática ha variado su imagen.
Motores más eficientes
Según BMW, la gama de motorizaciones es ahora más eficiente. La oferta se compone de tres mecánicas de gasolina -el 218i con 140 CV, el 220i con 192 CV y el 225i con 231 CV y tracción total xDrive- y otros tres de gasóleo -el 216d con 116 CV, el 218d con 150 CV y el 220d con 190 CV-. Asimismo, BMW mantiene en su gama la variante híbrida enchufable 225xe Active Tourer, con 224 CV y una autonomía eléctrica de 41 km.