Hay que reconocerlo. Muchos usuarios que se decantan por un SUV jamás lo utilizarán fuera del asfalto, pero valoran positivamente su diseño, la postura de conducción elevada o la facilidad para entrar y salir del vehículo. En ciertos casos, la presencia de las versiones con tracción total pueden ayudar a la hora de circular por superficies complicadas. Por tanto, los consumidores que estén en dicha situación ahora tienen una alternativa… ¡monovolumen!. Y es que el BMW Serie 2 Active Tourer planta cara sin complejos a estos modelos, y no se olvida del Mercedes-Benz Clase B o el Volkswagen Touran.
El nuevo BMW 223i Active Tourer de 218 CV acaba de lanzar la variante con tracción total xDrive. Asociado a una caja de cambios automática de doble embargue con siete relaciones, este dos litros turbo declara un par máximo de 360 Nm, alcanza los 100 km/h desde parado en solo 6,9 segundos y registra una velocidad punta de 238 km/h. Gracias a la presencia de un sistema de hibridación ligera MHEV, el consumo se sitúa a buen nivel: 6,6 litros/100 km por el ciclo WLTP.
Para que puedas comparar con la variante de tracción delantera, debes saber que este último completa la maniobra de aceleración en siete segundos, llega hasta 241 km/h y fija un gasto de seis litros/100 km. En lo que respecta a su peso en vacío, el fabricante declara 1.620 kg, lo que supone 70 kg menos que el xDrive.
El equipamiento de serie del nuevo BMW 223i xDrive Active Tourer incluye múltiples airbags -tiene uno central entre las plazas delanteras-, ESP, aparcamiento asistido con cámara de visión posterior, asiento trasero abatible en tres partes, BMW Live Cockpit Plus con Curved Display, BMW Operating System 8 con navegación, climatizador bizona, control de velocidad con función freno, faros LED, llantas de aleación, portón trasero automático, selector de modos de conducción y volante multifunción deportivo de cuero.
El BMW 223i xDrive ya está disponible en algunos países europeos. Por ejemplo, los compradores alemanes pueden acceder a esta versión desde 43.500 euros, lo que supone un incremento de 2.000 euros respecto al mismo motor con tracción delantera.