Fuera de casa, cargar un eléctrico es cada vez más sencillo -la Ley dice que los nuevos aparcamientos de las empresas y los parkigs públicos deben contar con una estación de carga por cada 40 plazas- y existe una red más densa de cargadores superrápidos.
La carga rápida
Es una carga en modo 3, pero a una potencia elevada. Se denomina también ‘de oportunidad’, porque es la que se suele realizar mientras el coche eléctrico está aparcado en un parking público y su propietario aprovecha para realizar otras actividades. Se realiza en corriente alterna, de manera que es relativamente parecida a la que se lleva a cabo en el hogar.
La diferencia es que los cargadores de los centros comerciales suelen ser más potentes que los domésticos, lo que permite aprovechar el 100% de la potencia que ofrece el cargador embarcado del coche. Por ejemplo, es posible cargar el coche a 7,2 kW o, incluso, a 11 kW de potencia, empleando corriente alterna trifásica. Eso significa que estaríamos ganando entre 50 y 75 km de autonomía por hora de conexión… lo justo para, por ejemplo, regresar a casa después de invertir algún tiempo almorzando o realizando la compra.
Aunque esta es la situación ideal, no todos los centros comerciales son tan ambiciosos, y aún es muy frecuente encontrar puntos de carga de 3,6 kW de potencia… o incluso un humilde enchufe Schuko, que sólo nos permitirá cargar a 2,3 kW de potencia -ganarías tan sólo 15 km de autonomía por hora-.
La carga superrápida
Se trata de una carga en modo 4, utilizando corriente continua. En la carga superrápida, el cargador se conecta directamente a la batería, sin pasar por el cargador de a bordo; de esta forma es posible cargar a potencias mucho más elevadas. Estos cargadores resultan bastante caros -cada equipo cuesta un mínimo de 30.000 €, sin tener en cuenta la instalación eléctrica y los costes anuales de la potencia que hay que contratar- de manera que la carga superrápida suele ser de pago.
Actualmente, todos los cargadores que hay instalados son de 50 kW de potencia, aunque este año deberían comenzar a desplegarse los primeros de 150 kW y, más tarde, llegarán los de 350 kW. Mención aparte merecen los supercargadores de Tesla, una red particular dedicada a los coches de la marca americana, y en los que es posible cargar a 120 kW de potencia, lo que equivale a ganar unos 120 km de autonomía cada 10 minutos.
Principales operadores de carga superrápida
Cada vez hay más operadores que ofrecen sus postes de carga superrápida… aunque, actualmente, el mercado está muy atomizado. El operador con la red más extensa es IBIL ; también es de los que tiene la tarifa más elevada: 0,45 €/ kWh. Otros operadores son GIC, EDP y EasyCharger. Mención aparte merece la red Ionity, una joint venture participada por varios fabricantes y que va a montar, de aquí a 2021, 100 cargadores superrápidos de 350 kW de potencia en estaciones de servicio Cepsa.
Además, existen áreas de servicio que han montado su propio cargador y venden la energía, restaurantes de carretera que cuentan con un cargador superrápido y permiten usarlo sin cargo a sus clientes, y cargadores superrápidos públicos gratuitos, sobre todo en Cataluña. Finalmente, fabricantes como Nissan -o, dentro de poco, Audi-, permiten cargar los eléctricos de sus marcas en los concesionarios que disponen de cargadores rápidos, aunque sólo en horario comercial.
Dónde encontrar los puntos de carga
La mejor forma de encontrar puntos de carga, averiguar sus características y conseguir algo de información sobre si están en funcionamiento -proporcionada por usuarios que los han usado recientemente y comparten esta información- es la aplicación Electromaps, disponible para Android y iOS; aunque su mapa de puntos de carga también está en su web, electromaps.com.
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