«Se nota la mano de Peugeot Sport: es un coche que sientes desde el primer momento que está hecho, pensado y llevado hasta este extremo por alguien en contacto diario con el mundo de la competición. Las prestaciones en carretera viradas son espectaculares; es muy divertido».
Su puesta a punto –y en especial el trinomio formado por su motor, el diferencial Torsen y su chasis– está orientada a la radicalidad pero también a un uso diario y racional. El propio Carlos Sainz lo refleja: «gracias a su motor, puedes circular con él perfectamente, ya que se muestra suave y con un consumo bajo».
El Peugeot RCZ-R desarrolla una potencia máxima de 270 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 330 Nm desde 1.900 hasta 5.500 rpm. «Es un coche que está cuidado al detalle. Por eso sorprende: porque es muy difícil encontrar un coche de estas características. Es un coche que, sin duda, aguantaría un tramo de rally muy exigente. Tal cual está, hace unos años, sería un coche con el que habría soñado con disfrutarlo en mi carrera. Es una clara evolución de la tecnología de los coches«.
El RCZ R está a la venta desde 42.900 euros.