Si tienes pensado sacarte el carnet de conducir o te hayas en pleno proceso sabrás entonces de la situación de bloqueo que hay actualmente. Y es que según indica la propia Dirección General de Tráfico (DGT), hay hasta 300.000 pruebas de conducción en lista de espera. Pere Navarro, director general de la DGT ya ha anunciado un plan de contingencia con varias medidas, entre las que cabe destacar, horas extra para los examinadores, nuevas plazas, personal itinerante y la posibilidad de añadir a la reserva de la Guardia Civil.
Las pruebas de circulación se harán extensibles a la tarde y los fines de semana. Con esto, se prevé reducir en unos 90.000 exámenes en lista de espera, reduciendo tamaña cifra hasta los 210.000 exámenes pendientes. En lo referente a las horas extra que los funcionarios tendrán que hacer para aliviar esta situación, Tráfico destinará una partida de 900.000 euros.
«Nos comprometemos a realizar horas extra y a movernos a otras provincias para poder reducir el número de exámenes pendientes», comenta Asextra, la asociación profesional de examinadores, a El Mundo. «También vemos con buenos ojos la incorporación de los reservistas de la Guardia Civil».
El por qué de esta situación
La DGT, en palabras de Pere Navarro, sostiene que el enorme número exámenes en lista de espera se gestó por la huelga de examinadores de tráfico de 2017, convocada de junio a diciembre. Este suceso supuso que 66 autoescuelas cerraran, así como la no celebración de 220.000 exámenes prácticos.
Así las cosas, el colectivo de examinadores logró el aumento de 250 euros que pedían, ratificado por el Congreso en mayo de 2018. Para poner a fin a la situación de tapón, los examinadores pusieron encima de la mesa el hacer más pruebas al día, siempre cuando estas no excedieran su jornada laboral, pero no hubo entendimiento entre ambas partes.
Por otro lado, Asextra, que también achaca a la huelga parte de esta situación, señala a la crisis económica como principal artífice de la lista de espera, así como la poca reposición de funcionarios o el escaso nivel de preparación de los alumnos que se presentan a las pruebas prácticas.