Fábrica

China abre el grifo de las tierras raras y la automoción respira

La automoción mejora sus perspectivas de suministro de las estratégicas tierras raras tras los acuerdos con China y después de parones en varias fábricas.

Por un momento, el escenario era casi apocalíptico. Líneas de producción detenidas, fábricas paradas y un nerviosismo palpable en toda la cadena de suministro global tras los precedentes postpandemia. Pero en cuestión de semanas, el pulso de la automoción comenzó a estabilizarse. China ha empezado a abrir el grifo de las tierras raras, los minerales estratégicos sin los cuales los vehículos eléctricos y la industria de alta tecnología quedarían en el aire.

El alivio se ha sentido especialmente en Europa, donde la Asociación de Proveedores (CLEPA) advertía hace apenas semanas del riesgo de un colapso productivo si no llegaban licencias de exportación para los imanes chinos. Hoy, ese riesgo sigue presente, pero se aleja el fantasma del cierre masivo. Según Nils Poel, responsable de asuntos de mercado de CLEPA, el ritmo de aprobación se ha acelerado, pasando de un 25% al 60% de permisos tramitados, aunque todavía cientos permanecen pendientes. “La sensación general es que probablemente aún tendremos producción en julio y que el impacto será manejable. Quizás alguna línea de producción se vea afectada, pero por el momento lo hemos evitado”, señaló.

Días de pánico total

El cambio de clima ha sido radical. Hace dos semanas, el pánico cundía tras la decisión de Pekín de restringir las exportaciones de siete tierras raras e imanes relacionados como represalia a los aranceles estadounidenses. La medida redujo las exportaciones en un 75%, frenando la actividad de fabricantes en Asia, Europa y Estados Unidos.

Ahora, tras un acuerdo anunciado por la Casa Blanca y confirmado por China para agilizar las licencias de exportación, el flujo se está normalizando gradualmente. Según Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, los envíos se reanudarán a todas las empresas que las recibían de forma regular: “Ahora tengo confianza… los imanes fluirán. Esto es una desescalada”.

Una distensión con cautela

No obstante, el alivio es parcial y las incertidumbres persisten. El complejo sistema de licencias chino sigue siendo opaco, y los casos en que los destinatarios finales están en Estados Unidos o las rutas pasan por terceros países como India enfrentan mayores retrasos o menor prioridad. Ford, por ejemplo, confirmó cierres de fábricas durante tres semanas por la escasez de imanes, y Stellantis admitió que ha vivido “horas muy difíciles” para gestionar el suministro, si bien su situación actual está controlada. Volkswagen, por su parte, aseguró que su abastecimiento es estable.

El 90% del procesamiento global de tierras raras está en manos chinas. Elementos como el samario, el gadolinio o el disprosio resultan esenciales para la fabricación de motores eléctricos, turbinas eólicas, teléfonos inteligentes, sistemas de guiado de misiles o discos duros. Sin ellos, la transición energética y la competitividad industrial quedarían en entredicho.

La presión geopolítica, además, empuja a los países a reducir su dependencia. La India, por ejemplo, ha lanzado su propia Misión Nacional de Minerales Críticos con más de 1.200 proyectos de exploración, mientras Estados Unidos busca aliados estratégicos en África y Ucrania para blindar sus cadenas de suministro.

Un grifo que sigue en manos de Pekín

La reapertura parcial de las exportaciones responde tanto al acuerdo con Washington como a un momento de distensión con la Unión Europea. El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, visitará Bruselas, Berlín y París esta semana para rebajar tensiones antes de la cumbre de líderes en julio, en un contexto de acercamiento cauteloso, aunque persisten profundas diferencias.

Sin embargo, expertos como Noah Barkin recuerdan que China no cambiará su modelo económico por una cumbre. Su control sobre las tierras raras seguirá siendo su mejor carta estratégica, y solo ofrecerá concesiones limitadas para calmar el mercado cuando convenga a sus intereses geopolíticos.

Scroll al inicio