Se trata del chasis 01021500156, registrado en 1954 y uno de los pocos Pegaso que se usaron para competición. Se sabe que ha tenido hasta cinco propietarios y muchas modificaciones a lo largo de su historia hasta llegar al estado que tiene actualmente.
Originalmente fue un encargo especial de un cliente que quería un V8 sobrealimentado con compresor, era de color verde y tenía especificaciones para competir en Le Mans. El coche está equipado con el motor de 3.2 litros que produjo la asombrosa cifra de 360 caballos de potencia con una caja de cambios de cinco velocidades, algo avanzado para su tiempo. El motor tiene dos carburadores Weber cuádruples e incorporaba dos tanques de gasolina con capacidad para 50 litros.
El segundo dueño lo utilizó en carreras de autocross y le dió un trato lamentable. Le cortó el techo, para convertirlo en un descapotable improvisado y se tuvo que sustituir el motor original por el de un Alfa Romeo 6C 2500.
El último propietario, un mallorquín que lo adquirió en 1984 en estado lastimoso, lo restauró a conciencia volviéndole a montar un motor Pegaso y lo utilizó en diversas carreras de clásicos, pintándolo en color rojo y amarillo.