Daimler AG y BMW Group se asocian para desarrollar sistemas de asistencia a la conducción, crear aparcamientos automatizados y tecnología para la conducción autónoma de nivel cuatro y nivel cinco.
Tradicionalmente, tanto Daimler AG, la empresa propietaria de Mercedes-Benz, como BMW Group han sido –y siguen siendo– enemigos íntimos, pero ambos fabricantes son conscientes de la importancia que la conducción autónoma tomará en el futuro. No en vano, son dos de las compañías que más esfuerzo dedican a su desarrollo. Es por ello que han decidido cooperar para acelerar su desarrollo y conseguir que los vehículos autónomos lleguen a las calles cuanto antes.
El acuerdo al que han llegado los dos grupos alemanes plantea como objetivo producir en serie modelos autónomos para 2024; más de 1.200 especialistas de Mercedes y BMW trabajarán para lograrlo a lo largo de los próximos años. Además, esta cooperación servirá para desarrollar sistemas de asistencia a la conducción más avanzados y aparcamientos automatizados.
Todo el trabajo de las dos compañías se desarrollará en el Mercedes-Benz Technology Centre (MTC) de Sindelfingen, Alemania, y en el BMW Group Autonomous Driving Campus de Múnich que visitamos el año pasado. Toda la tecnología fruto de esta cooperación se implementará en los modelos de ambos fabricantes de manera independiente y, gracias a ello, los clientes podrían acceder a coches autónomos de nivel 4 y 5 a mediados de la próxima década, es decir, vehículos que pueden circular sin necesidad de la intervención del conductor.
Nuevo negocio
La colaboración entre los dos gigantes germanos está abierta a la participación de otros fabricantes y socios tecnológicos; de la misma manera, el resultado del trabajo de estas dos compañías estará a disposición de otras empresas bajo licencia, por lo que la tecnología de conducción autónoma desarrollada por BMW y Mercedes podrá llegar a los vehículos de otras firmas, siempre y cuando paguen por ello.