Coches clásicos, más rentables que el oro

Y que en obras de arte, joyas? los últimos estudios confirman que comprar modelos Ferrari, Aston Martin, Porsche, Lamborghini y algunos vehículos históricos son las inversiones que más se está revalorizando con el paso del tiempo.


Hablamos de obras de arte y de su cotización, pero esas obras llevan neumáticos, carrocería y volante. Y es que el mercado del coche clásico confirma su creciente éxito entre los inversores. Según la consultora británica Knight Frank con datos recogidos a finales del pasado año, los automóviles clásicos se revalorizan un 25% en los 12 primeros meses, alcanzo hasta el 111% después de cinco años. Atentos a la siguiente cifra: hasta un 469% de revalorización se puede conseguir pasada una década de la compra.

Con estas cifras en la mano, se pone de manifiesto que este tipo de «objetos» son una apuesta segura para los inversiones ya que, dependiendo del modelo, un coche de colección puede duplicar su valor en 10 años€ ¡y hasta cuadruplicarlo!, una revalorización muy por encima de la alcanzada por los mejores vinos o las monedas de oro. Tal y como se puede ver en el gráfico, invertir en obras de arte nos puede reportar hasta un 226% de revalorización en el mejor de los casos, y la cifra va alejándose si lo hablamos de monedas (221%) y sellos (195%). Olvídense de apostar por los muebles€

Cuáles son los mejores y qué es lo más caro

Según el estudio, las marcas que más se revalorizan son Porsche y Ferrari, y los modelos de las décadas 50 y 60 son los que más rentabilidad ofrecen en menos tiempo.

Si queremos que el modelo esté en perfectas condiciones para disfrutarlo en carretera, es cierto que el mantenimiento del coche puede ser alto; pero no en impuestos, de los que están exentos en la mayoría de los municipios; ni en pólizas. Por todo esto, el seguro es «sorprendentemente barato», confirma Alfonso Fígares, especialista en seguros de este tipo de vehículos clásicos. Una de las razones es que no son vehículos para todos los días, sino para uso esporádico y con limitaciones de circulación. «Por tanto, asegurar un coche clásico no es caro», en contra de lo que se suele pensar.

A todo esto hay que añadir otros muchos factores, menos tangibles, como el orgullo que supone el poder disfrutar de un modelo mítico, su belleza y su carácter de joya insustituible. Aspectos que, como hemos visto, se reflejan en la altísima rentabilidad de este mercado.

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