Tu viaje hacia el eléctrico perfecto 

Comprar un eléctrico de segunda mano puede ser una gran idea si sabes en qué fijarte. En esta guía rápida de cinco pasos te contamos cómo saber si realmente es para ti, qué modelos merecen la pena, cómo calcular si sale rentable y qué trucos seguir para no equivocarte al cerrar el trato. Porque sí, hay chollos, pero también trampas.

Paso 1: ¿Es para ti? 

Primero, analiza tu situación. ¿Haces menos de 100 km diarios? ¿Tienes enchufe doméstico, o en el trabajo, o algún cargador público cercano? Si la respuesta es afirmativa, buena parte de la oferta eléctrica de segunda mano te podrían encajar siempre y cuando tu radio de influencia sea urbano o de cercanías. Si lo quieres para viajes más largos, busca los modelos que más autonomía tienen y que mayor rapidez de carga tienen.  

Paso 2: Elige bien 

Focalicemos en tres modelos: el Renault Zoe lideró 2024 con 1.144 unidades vendidas, gracias a su precio (desde 15.000 €) y fiabilidad. Otros como el Nissan Leaf de finales de primera generación (entre 10.000 y 14.000 €) o el más nuevo Tesla Model 3 (25.000-30.000 €) también son opciones sólidas. Fíjate en: 

• Autonomía: Un Zoe 41 kWh usado ofrece 200-250 km; un Leaf 30 kWh, 130-150 km. Una pérdida de hasta el 20 por ciento de autonomía tras ocho años entra dentro de la normalidad. 

• Edad: Los de 1-3 años son los más demandados y equilibran precio y tecnología. 

• Batería: Busca garantía activa (8 años/160.000 km es lo habitual), que sea transferible y revisa su salud por parte de un especialista. 

• Historial de mantenimiento: Busca revisiones oficiales y evita coches con pasado dudoso (taxis o flotas mal cuidadas). 

Paso 3: Haz números 

Sigamos con el líder del mercado usado eléctrico: un Zoe 2020 cuesta 18.000 € frente a 12.000 € de un modelo de gasolina similar. Pero: 

• Carga: si cargas a 0,15 €/kWh -tarifa para nada barata-, gastarás 30 €/mes frente a 125 € en gasolina. Ahorro: 1.140 €/año. 

• Mantenimiento: Sin aceite ni embrague, unos 100-150 €/año frente a 300 €. Es verdad que la hora de trabajo en un servicio oficial para un coche eléctrico es mayor que para uno de combustión. 

• Total: En 5 años, ahorra unos 6.500 €, cubriendo la diferencia inicial, siempre que recorras más de 10.000 km al año y tengas carga doméstica. 

Paso 4: Busca y prueba 

Explora webs especializadas o tira anzuelo entre conocidos que conozcan a algún usuario que desea deshacerse de su vehículo eléctrico. Prioriza modelos que provengan de renting, de concesionarios oficiales o que te den todas las garantías. También infórmate en foros especializados y prestigiosos de calidades, problemas -www.autofácil.es tanto en formato web como en youtube son tus canales-. Prueba el coche asegurándote que… 

• Batería: Carga al 100% y comprueba la autonomía estimada. SI ves que pierdes más de un 35%, negocia o descarta. 

• Arranca en silencio y acelera suave; cualquier ruido raro es mala señal. 

• Cables de carga: Asegúrate de que incluye el Level 1 (lento) y, si hay suerte, un Level 2 (500-800 € coste de un equipo nuevo). Infórmate de la tipología de carga del vehículo 

• Estado general: Golpes, neumáticos, frenos. Los eléctricos pesan más, así que el desgaste puede ser mayor. 

Paso 5: Cierra el trato 

Con la depreciación de los eléctricos (20-30% más que gasolina), negocia duro. Pide historial y garantía. La oferta crece (más eléctricos nuevos deprecian los usados), y la demanda responde a precios asequibles. Sin embargo, GANVAM -patronal de vendedores advierte: “sigue siendo inasequible para muchos.” Por eso piden ayudas como el Plan Moves III (hasta 7.000 €, prorrogado a 2025) para eléctricos usados de hasta 3 años. Ayudas como éstas, total o parcialmente, sin duda ayudarían a dinamizar un parque viejo y menos contaminante.