Con la llegada del verano, millones de personas aprovechan sus vacaciones estivales para coger el coche y buscar unos días de desconexión con sus amigos o familiares. Muchas de ellas han incorporado recientemente a un nuevo miembro en sus hogares tras aproximadamente nueve meses esperando su nacimiento, por lo que deberán incluir una silla de bebé.
Ser padre primerizo no es fácil, el niño no viene con manual de instrucciones. Pero si algo está claro es que lo que más se busca es su seguridad, más aún si cabe en situaciones de más riesgo como son los miles de desplazamientos veraniegos. Es aquí donde entran en juego los sistemas de retención infantil, o lo que es lo mismo, la silla de bebé.
Sin embargo, a la hora de colocar esta silla de bebé en tu vehículo surge una duda, que seguramente hayas buscado en Google y por eso te ha salido este artículo: ¿cuál es el sitio más seguro para colocar la silla de bebé en el coche? Si este es tu caso puedes estar tranquilo, desde Autofácil te resolvemos la duda.
¿Cuál es el sitio más seguro para colocar la silla de bebé en el coche?
Cuando se trata de la seguridad de los más pequeños en el coche, la ubicación de la silla de bebé es crucial. Entre las diversas opciones existentes, el lugar más seguro para instalar la silla es en medio del asiento trasero. Esta posición ofrece la máxima protección al estar más alejada de los airbags laterales y de los puntos de impacto en caso de colisión. No obstante, aunque estadísticamente es la ubicación más segura, no siempre es posible utilizarla debido a limitaciones como el tamaño del asiento o la ausencia de cinturón de seguridad o anclajes ISOFIX en el vehículo.
Otra opción popular, aunque menos segura según las estadísticas, es colocar la silla de bebé detrás del asiento del copiloto. Esta ubicación permite un acceso más fácil al niño y, generalmente, se encuentra del lado de la acera, lo que reduce el riesgo de accidentes al sacar o meter al niño en el coche. Aunque no es la opción más segura, sigue siendo una alternativa viable cuando el espacio o las características del vehículo no permiten usar la posición central trasera.
Colocar la silla de bebé detrás del asiento del conductor es también una opción segura, pero presenta un mayor riesgo que la posición detrás del copiloto. La razón es que la mayoría de los impactos laterales ocurren en el lado del conductor. Sin embargo, esta posición sigue ofreciendo una considerable protección y es preferible a colocar la silla en el asiento delantero, siempre que las opciones traseras estén disponibles.
La última opción, y la menos recomendable, es instalar la silla de bebé en el asiento del copiloto delantero. Esta disposición solo debe considerarse como último recurso, ya que implica un mayor riesgo de distracción para el conductor y está más cerca de los puntos de impacto comunes. Si es absolutamente necesario usar esta posición, es crucial desactivar los airbags y ajustar el asiento lo más atrás posible para minimizar los riesgos. Además, nunca se debe colocar a un niño menor de 12 años en este asiento con el airbag activado.
En situaciones excepcionales, como cuando hay tres niños en la familia y no es posible ajustar tres sillas en el asiento trasero, se puede seguir una disposición específica: el recién nacido detrás del asiento del copiloto, el niño pequeño detrás del asiento del conductor, y el niño de cuatro años en el asiento del copiloto delantero (con el airbag desactivado y el asiento lo más atrás posible). Siempre es esencial asegurarse de que cada silla esté correctamente instalada para garantizar la máxima seguridad en cada viaje.
Por otro lado, la orientación de la silla infantil en relación al sentido de marcha del vehículo es un factor crucial para la seguridad del niño en caso de colisión. Generalmente, las sillas pueden colocarse tanto en el mismo sentido de la marcha como en sentido contrario. Esta elección tiene un impacto significativo en la protección del niño durante un accidente, ya sea frontal, lateral o de alcance.
Colocar la silla en sentido contrario a la marcha del vehículo es altamente recomendable. Esta posición permite que la fuerza del impacto se distribuya de manera más uniforme a lo largo del cuerpo del bebé, brindando una protección adicional al cuello, que es especialmente vulnerable en los niños pequeños. En una colisión frontal, que es el tipo de accidente más común y severo, esta orientación ayuda a prevenir lesiones graves, ya que el cuerpo del niño es sostenido más eficazmente.
Además, según un estudio de la organización británica Child Seat Safety, que se dedica a promover la seguridad infantil en los viajes en coche, el 85% de los niños de 2 y 3 años viajan en el sentido de la marcha. Las familias justifican esta decisión principalmente por la necesidad de más espacio, la facilidad de mantener contacto visual con el niño y la reducción de mareos.
Los expertos en seguridad infantil aconsejan mantener esta orientación inversa al menos hasta que el niño cumpla dos años. Sin embargo, algunos especialistas sugieren prolongar esta medida de seguridad hasta los cuatro años de edad. La razón detrás de esta recomendación es que, a medida que el niño crece, su cuello y columna vertebral aún están en desarrollo y son menos capaces de soportar las fuerzas generadas durante un impacto si están orientados hacia adelante.
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