La mayoría de los aficionados al motor ha sido testigo del ´maltrato´ al que son sometidos los vehículos en el show televisivo Top Gear. Pues imagina ahorrar durante años para cumplir el sueño de comprarte el coche que siempre has querido para que antes haya sido utilizado ´a fondo´ por los presentadores de dicho programa, derivando en diversos fallos mecánicos. Esto mismo es lo que le ha pasado a Rob Willis, un inglés de 27 años que compró un BMW M3 ´de gerencia´ y, tras unos pocos días de uso, no hacía más que descubrirle averías.
Una vez en el taller y pasadas 4 semanas de su flamante adquisición, el bueno de Willis se encontraba viendo Top Gear, cuando el vehículo puesto a prueba le ´sonaba´ de algo: era el suyo. Acto seguido, fue al concesionario de Kent, en Reino Unido, donde lo compró, y tras varias quejas –con toda la razón del mundo- consiguió que el establecimiento le proporcionase varios vehículos de sustitución, además de pedir explicaciones de por qué no había sido avisado de esta irregularidad.
La unidad en cuestión es un BMW M3 azul Yas Marina que le costó nada menos que 50.000 libras, algo más de 69.000 euros al cambio. Además, lo más seguro es que no solo los chicos de Top Gear habrían puesto a prueba sus capacidades, sino pilotos y periodistas de diferentes publicaciones del motor, lo cual aumenta la irresponsabilidad que recae en el punto de venta. De hecho, para poder realizarle las reparaciones necesarias tuvieron que llamar a Alemania, pues nunca habían tratado con un vehículo con, por ejemplo, frenos carbocerámicos.
