El Cupra Tavascan acaba de llegar al mercado y ya hemos analizado cómo es en estático. Así que ahora lo que toca es ponerse a sus mandos a ver qué tal va. Como habíamos dicho, hay dos versiones, el Tavascan Endurance y el Tavascan VZ.
La diferencia entre ellas es que la segunda es la deportiva y la que lleva un motor extra, situado en el eje delantero. Y es la que hemos tenido la oportunidad de probar. Tiene un motor trasero de 286 CV y uno delantero de 109 CV. La combinación de ambos libera 340 CV alimentados por una batería de 77 kWh de capacidad neta.

¿Cómo va? Bien, teníamos la experiencia de haber probado a sus semejantes, como el Audi Q4, el Skoda Enyaq y el VW. ID.5, así que el Tavascan va un poco como esperábamos. ¿Es un coche deportivo? No, en absoluto. Pero no por su condición de eléctrico, que un poco también, sino porque esta plataforma MEB es más para coches de todo uso que para deportivos.
Eso no significa que vaya mal, para nada, pero es un automóvil de uso cotidiano, no para entusiastas. Es cómodo, estable, fácil de llevar y rápido, eso sí, no en vano se planta en 100 km/h desde parado en sólo 5,5 segundos.

Si no te pasas con el acelerador puedes obtener consumos medios que ronden los 20,0 kWh/100 km en uso cotidiano o incluso algo menos, por lo que la usabilidad del coche no está comprometida en ningún momento. Ahora bien, en carretera viajando, sobre todo si lo haces a velocidad digna, te encontrarás los mismos problemas que hallarías en cualquier eléctrico.
Pero claro, esto es un Cupra. Y un Cupra de 340 CV. Hay que probarlo en carreteras de curvas. Encontramos una en la ruta y le empezamos a dar zapatilla. La verdad es que a pesar de superar holgadamente las dos toneladas, se desenvuelve bien. No hay sensibilidad en la dirección (tampoco en ninguno de sus semejantes), pero cambia de dirección con notable rapidez y la suspensión mantiene un buen aplomo de las cuatro ruedas.

Sí, sé que estabas esperando a que lo dijera: hay frenos de tambor detrás. Es cierto que visualmente quedan un poco de broma, pero lo cierto es que en la práctica tampoco te creas que se nota demasiado, en parte porque es el propio motor, funcionando a la inversa, el que se encarga de parte de la tarea de frenado.
Así que a mí la frenada, sobre todo teniendo en cuenta la idiosincrasia del coche, no me parece mayor problema. Sí mejoraría el tacto al pedal, eso sí. No resulta demasiado intuitivo dosificar la frenada, aunque de nuevo esto es un defecto que también presenta cualquier modelo basado en la plataforma MEB de VW.

En resumidas cuentas, el Cupra Tavascan es un eléctrico agradable de conducir, aunque no esperes un deportivo, porque no lo es. Es un coche de uso cotidiano en un envase guapísimo. Y lo que acabo de describir es lo que demanda la inmensa mayoría de los clientes. Así que… comercialmente hablando no debería irle mal a este Cupra.
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