El dato positivo es la pequeña reducción en el número de vehículos que no pasan la ITV con éxito: 3,14 millones, un 0,8 % menos que en 2011. Y ello a pesar de que se revisaron 16,97 millones, un 2,34 % más. Una vez los vehículos regresaban para ser inspeccionados después de la primera instancia, 2,79 millones de automóviles consiguieron aprobar, mientras que 171.362 unidades –el 5,8 % del total del parque que pasó por una ITV en 2012- se volvieron a marchar con un informe desfavorable.
Muchos de los vehículos que no superaron la ITV tenían más de un defecto de estas características. De ahí que la cifra de defectos graves sea muy superior a la de vehículos rechazados: 5,63 millones. A pesar de todo, el número de defectos graves también ha bajado un 1 % respecto a 2011. De ellos, un 23,8 % se corresponde con defectos de alumbrado –un 4,5 % más que el año previo-; un 21,4 % se debe a problemas con los ejes, las ruedas, los neumáticos o la suspensión –un 3,2 % más-, y un 15,7 % se corresponde con incidencias en los frenos.
Recuerda que, entre otros, son defectos graves, por los cuales rechazarán tu coche: Que no funcione alguna de las luces de cruce o intermitentes; los problemas en el depósito de combustible; las holguras en la dirección; una mala fijación de los paragolpes; determinados óxidos y perforaciones en la carrocería; la existencia de aristas cortantes en algún punto de ésta€ Por su parte, los defectos en la suspensión podrán ser considerados graves o leves, en función de cada caso. Si te notifican un defecto grave en tu coche, tendrás un plazo de dos meses para subsanarlos y volver al taller de la ITV. También se puede dar el caso de que la inspección detecte un defecto muy grave, que se define como aquel que constituye un peligro para los ocupantes y para los demás usuarios de la vía. Está prohibido usar el vehículo si éste presenta un defecto muy grave: Para corregirlo, tendrá que ser remolcado de la ITV al taller correspondiente, y del taller a la ITV.
Por su parte, los 12,28 millones de defectos leves suponen un 4 % menos que en 2011. El alumbrado vuelve a ser, con diferencia, el principal elemento en el que dichos defectos se identifican. Si los técnicos encuentran dos defectos leves, éstos no impedirán que la inspección de tu coche sea favorable. Eso no significa que no tengas que corregirlos, pero sólo estarás obligado a volver a pasar por la ITV para una segunda inspección con tres o más defectos leves.
En la actualidad, la ITV es obligatoria a partir del cuarto año de antigüedad del vehículo, momento en el que tiene que empezar a pasarse cada dos años. La Unión Europea ha propuesto que a partir de la segunda inspección sea anual, pero esta medida aún no se ha implantado. En estos momentos, la ITV pasa a ser anual cuando el vehículo cumple diez años. Hoy mismo, el secretario general de Industria del gobierno, Luis Valero, ha confirmado que, a partir del 31 de diciembre de 2013, las ITV registrarán en el certificado que se emita después de la inspección el kilometraje que marque el cuentakilómetros del coche.