La descontaminación de los vehículos al final de su vida útil es un proceso muy regulado para que no se emitan gases y líquidos contaminantes a la atmósfera. Por ejemplo, los gases que se utilizan en el aire acondicionado del vehículo, entre ellos el conocido R134a son gases que, si llegan a la atmósfera, puede contribuir al efecto invernadero. Por ello, y en el marco de la operación ‘Kigali’, dirigida por la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, la Guardia Civil está investigando a 68 personas pertenecientes a 30 empresas -situadas principalmente en Madrid, Cataluña y País Vasco- por un presunto reciclaje incorrecto de los fluidos refrigerantes de los sistemas de climatización de los vehículos.
Así, y según datos proporcionados por la Benemérita, estas empresas y pese a que habían declarado en sus memorias anuales realizar de acuerdo a la regulación los procesos de reciclaje, esto es, recuperar los gases y entregárselos a gestores autorizados de los mismos -como estipula la normativa-; en realidad no habrían efectuado ningún reciclaje y sí han emitido más de 76 millones de kilogramos de CO2 a la atmósfera -o, lo que es lo mismo, el equivalente a las emisiones de un vehículo durante 800 millones de kilómetros-. Además, y según varias fuentes del sector consultadas por Autofácil, otras de las empresas investigadas sí recogían los gases, pero en vez de entregarlos a los gestores de residuos, se los revendían a talleres que los utilizaban para recargar los gases de los sistemas de climatización de otros vehículos.
Así deben recuperarse estos gases
Al finalizar la vida útil de los automóviles equipados con sistemas de aire acondicionado -que emplean estos gases contaminantes-, los fluidos refrigerantes de su interior deben de ser recuperados y gestionados pero, ¿cómo es este proceso?
Raúl Verónica, responsable de Gestión de Auto-recycling Teo Martín, uno de los desguaces más importantes de toda España y fuera de cualquier investigación, señala que «en el proceso de descontaminación del vehículo, se deben recuperar todos los residuos peligrosos que por su composición son perjudiciales; entre ellos el gas refrigerante R134a de los sistemas de aire acondicionado.»
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Para ello, explica que «personal cualificado» debe «siempre utilizar máquinas que se ajustan a la normativa de gases fluorados, adquiridas exclusivamente para realizar las recuperaciones de gas de los sistemas refrigerantes».
El proceso en sí, que «dura unos 15 minutos por vehículo», recupera «entre 600 y 800 gramos de estos gases en estado líquido», que extraen de los circuitos de los sistemas de refrigeración. Estos compuestos se almacenan «directamente en depósitos de 25 kg debidamente homologados y que nos suministra la empresa autorizada para la gestión de este tipo de residuos, que posteriormente se hace cargo de ellos».
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