La DGT sigue buscando fórmulas para reducir sus costes, pero manteniendo o mejorando la seguridad víal. La nueva idea es apostar por los drones. La Dirección General de Tráfico y la firma española Sistems trabajan en el desarrollo de un prototipo para el control del tráfico que podría probarse a mediados de 2016.
Estos drones pueden transportar hasta 8 kilos, es decir, que pueden ser equipados con una cámara estabilizada que envíe señal de vídeo en tiempo real hasta a 80 kilómetros de distancia. Esta distancia podría ser superior si se usasen los repetidores de la DGT.
«Un dron es mucho más barato que un helicóptero, se despliega más rápido y requiere menos mantenimiento. Ahora mismo se podrían usar para supervisar zonas afectadas por inundaciones u otras catástrofes naturales, para detectar averías, seguir transportes especiales, leer matrículas e incluso para sancionar, si se equipasen con radares», explican desde Sistems.
Hasta ahora la utilización de drones se limitaba al ámbito militar, si bien en los últimos meses se emplean también en determinadas tareas civiles, como la vigilancia fronteriza, la localización de personas o incendios.