La mayor conciencia medioambiental, la persecución al diésel y las restricciones al tráfico están provocando que muchos conductores hayan comenzado a buscar alternativas más eficientes para su movilidad personal. Pero para pasar del dicho al hecho es necesario un cambio tecnológico que permita, de forma efectiva, reducir tanto las emisiones de CO2 como las de sustancias nocivas -partículas y óxidos de nitrógeno-, e incluso niveles de nuevos contaminantes, como el ruido, sobre los que se aplican legislaciones cada vez más duras -aquí podrás conocer los principales contaminantes que hay en el aire que respiramos-.
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Ese cambio tecnológico pasa por la aparición de vehículos eléctricos e híbridos, coches que hacen uso, total o parcial, de un motor eléctrico para circular. En el caso de los eléctricos, las emisiones son nulas, mientras que en los híbridos son bajas en condiciones muy favorables, sobre todo en entornos urbanos. Esto les otorga los distintivos ambientales de la DGT más permisivos –CERO y ECO-. Una clara ventaja con respecto al resto de vehículos.
Coches eléctricos
La mejor solución en cuanto a emisiones. Un coche eléctrico se mueve gracias a la energía de sus baterías. Carece de motor convencional y, por tanto, no genera emisiones locales de ningún tipo. La contaminación acústica también es muy baja. Durante la generación de la electricidad que se usa para cargarlo se produce cierta cantidad de CO2… aunque ronda el 50% de las emisiones que produciría un modelo diésel equivalente. Sus puntos débiles son su precio y la escasa autonomía. En 2040 representarán el 35% de las ventas.
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Coches híbridos
Un híbrido emplea un motor térmico -de gasolina, normalmente- y uno eléctrico. El eléctrico permite recuperar energía durante las frenadas, que almacena en una pequeña batería y se reutiliza al arrancar. Gracias a eso, ofrecen cifras de consumo y emisiones de CO2 similares a los de un diésel; además, las emisiones de NOx y partículas son muy bajas y, por esto, están considerados como ECO por la DGT. Son el 5% de las ventas, pero gracias a la introducción de modelos híbridos de baja tensión -una tecnología más asequible- crecerán un 150% para 2020.
Los híbridos que hay actualmente en el mercado se pueden clasificar atendiendo a cuatro criterios diferentes, como te explicamos en este otro artículo. Conocer esta clasificación no es muy importante de cara a tomar una decisión de compra, pero familiarizarse con ella es muy recomendable para no sentirse perdido entre la abundante oferta de híbridos que empieza a haber, ya que los fabricantes emplean cada vez con más frecuencia estos tecnicismos en su publicidad, y también es común encontrarlos en los medios de comunicación. En nuestro especial encontrarás toda la información acerca de los vehículos híbridos.
¿Cuál es nuestra recomendación?
Un coche no es mejor ni peor por el mero hecho de ser híbrido o eléctrico. Lo más importante, por tanto, es considerar las prestaciones, el precio, nuestras necesidades, las ventajas e inconvenientes del modelo y en base a eso, decidir adquirirlo o no.
- Un coche eléctrico es recomendable si puedes cargarlo todos los días, no recorres más 100 km/dia (normalmente por ciudad) y quieres emitir lo mínimo.
- Un vehículo híbrido es recomendable si conduces mucho por ciudad, buscas la mejor combinación de bajo consumo/bajas emisiones y no ‘haces’ mucha carretera.
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