El problema es que unos me dicen que el Discovery no tiene diferencial central, pero puede rodar con las cuatro ruedas conectadas por asfalto y otros me aseguran que sí lo tiene y que en campo se bloquea electrónicamente. El coche será el primer vehículo de la familia pero, además, quiero hacer travesías con él por el campo en compañía de mis amigos.
Alberto San Pedro Arribas (Valladolid)El Discovery serie II se comercializó con dos tipos de sistema de tracción. En realidad, se trata del mismo modelo, pero con diferentes matices que determinan en gran medida el carácter del coche. Las dos opciones incorporan un diferencial central que permite al Land Rover rodar sobre asfalto sin problemas con tracción a las cuatro ruedas y el diferencial, por supuesto, desbloqueado. Las últimas versiones montan un sistema de control de tracción que actúa frenando las ruedas y que se apoya en el sistema de frenado ABS.
Estas variantes carecen de la posibilidad de bloquear el diferencial central de forma mecánica. Así que la versión que sí tiene bloqueo no dispone de control de tracción y viceversa. Si el uso que le vas a dar al vehículo es propio de un todocamino, es decir, preferentemente para rodar por carreteras con baja tracción, el sistema de control de tracción supone una ventaja. Siempre está alerta y nos ayudará en el momento más necesario. En caso de que vayas a salir al campo de forma más o menos asidua, es preferible la versión con diferencial de bloqueo mecánico; a pesar de que reconocemos que con el control de tracción electrónico podemos superar algún obstáculo que impida el avance de la versión 100% mecánica.
Una buena solución sería la versión con control de tracción electrónico más un kit de bloqueo del diferencial central desarrollado por la firma Ashcroft. Aunque, puestos a «enredar», la mejor opción que podrías barajar es la versión de bloqueo mecánico del diferencial central más un bloqueo del diferencial trasero ARB.