Fiat Panda 4X4 Sisley: Veterano multiusos
Pese a contar con un cuarto de siglo y apenas 50 CV, cuando no está dando vueltas por la ciudad de Segovia o la cercana Sierra del Guadarrama, este pequeño Fiat Panda 4x4 se atreve con raids africanos como la Maroc Challenge.
El compacto Fiat Panda llegó al mercado a principios de los años 80 del pasado siglo, con soluciones económicas y originales, todo ello envuelto en un atractivo diseño de Giugiaro, el prestigioso diseñador italiano. En España, este modelo disfrutó de un enorme éxito, a causa principalmente de su fabricación en Barcelona, bajo licencia, con la marca Seat.
Fiat Panda 4×4 Sisley
Precio (1989): 8.000 €
Preparación: 10.670 €
En junio de 1983 debutó la versión de tracción a las cuatro ruedas, gran novedad en un coche compacto, con la carrocería monocasco reforzada y un nuevo tren de rodaje (transmisión y suspensiones) diseñado por los ingenieros austriacos de Steyr Puch, grandes expertos en sistemas de tracción total.
Cuatro años más tarde, la serie limitada Sisley, una de las de mayor éxito, recibió mejoras estéticas, mecánicas (nuevo motor Fire) y de equipamiento (por ejemplo, incluía lavafaros). Un ejemplar de esta serie, vendido nuevo en marzo de 1990, es el que hoy es objeto de nuestro reportaje.
Kia ofrece un modelo electrificado para cada necesidad
Había nacido una estrella
En coche fue comprado por la familia del actual propietario en Segovia, con objeto de aprovechar su sorprendente capacidad de tracción en los fríos inviernos castellanos y escapadas a la cercana Sierra del Guadarrama. Tras pasar por diversos miembros de la familia, el coche llegó hasta su actual propietario, un fanático de la montaña, de la vida al aire libre y, en aquellos años, estudiante de biología.
Con la cabeza llena de ideas para actualizar y mejorar el coche, la posibilidad de participar en la Maroc Challenge de 2013 representó la excusa perfecta para echar abajo toda la mecánica y repasar el vehículo de arriba abajo. En este momento resultó de capital importancia la entrada en escena de Chema, de JMR, que en su taller de Colmenar Viejo (Madrid) lleva muchos años dedicando esfuerzos y atención a estas «macchinas» italianas.
El propulsor fue desmontado, aprovechando para repasar y limpiar la culata e instalar nuevos soportes de motor reforzados, de diseño propio. Pensando en la mayor solicitación de este elemento, se ha instalado un embrague reforzado y una ingeniosa y muy ligera toma elevada de admisión (desmontada el día de las fotos).
La suspensión mantiene la configuración original, pero cada elemento se ha reforzado y mejorado, pensando en circulación intensiva por pistas y caminos y en la sobrecarga de equipaje, equipos y herramientas habituales en los viajes de aventura. Con esta idea, se mantienen las ballestas traseras de serie, pero intercalando un «taco» de 25 mm de altura con el eje para conseguir esta pequeña pero importante mejora en altura libre. Los montantes delanteros McPherson reciben muelles helicoidales reforzados, y en su anclaje superior se intercala un calzo o arandela de 15 mm para compensar la elevación trasera.
Las dos torretas de amarre de la suspensión delantera han sido reforzadas, intercalando entre ambas una barra de refuerzo, ubicada justo por debajo del capó. Las manguetas también se modifican para conseguir los ajustes de avance y caída de las ruedas, y se aprovecha para instalar una barra estabilizadora de 16 mm de diámetro, que limita ligeramente el recorrido libre de las ruedas delanteras, pero ofrece una mejora drástica del comportamiento dinámico en carretera y pista.
Finalmente, se instalan amortiguadores de gas reforzados en ambos ejes, fabricados a medida con las especificaciones de JMR, que mejoran notablemente la resistencia al calentamiento durante la circulación por pistas y caminos a plena carga.
Se mantiene la medida de los neumáticos originales, pero en rutas 4×4 o viajes africanos se utilizan cubiertas recauchutadas todoterreno, muy resistentes a los cortes y que, gracias a la generosa banda de rodadura, incrementan ligeramente el diámetro exterior. Unas llantas reforzadas y con bombeo cero aumentan las vías 20 mm.
Finalmente, se ha instalado un completo cubrecárter de chapa de duraluminio de 6 mm de grosor; atornillado a una estructura creada al efecto, protege con eficacia los bajos de la carrocería y ayuda a deslizar en las zonas de roderas de arena, barro o nieve. En breve se sustituirá esta protección por una nueva pieza, mucho más liviana, fabricada con kevlar.
Es más cómodo de lo que parece
Acomodarse a los mandos de este ilustre veterano es tarea sencilla, y el espacio disponible resulta mucho más amplio de lo que parece. En este punto resulta importante destacar la sustitución del volante por otro de cuero y menor diámetro (350 mm) y la sustitución de los asientos delanteros por otros más cómodos y envolventes procedentes de un Rover 114 GTI (cuyos anclajes coinciden), con unos carriles mucho más largos que permiten retrasar el asiento y ofrecer amplio acomodo a un conductor de talla «normal» (1,78 m). A cambio, las plazas traseras quedan prácticamente inutilizadas (no hay espacio para las piernas), aunque habitualmente se desmontan para instalar los soportes de dos ruedas de recambios, nevera y resto de intendencia para las competiciones y excursiones africanas.
En asfalto y con neumáticos de serie (se dispone de dos juegos completos de ruedas), este Panda es una delicia. La mayor dureza de la suspensión en combinación con la barra estabilizadora le aporta lo necesario para disfrutar de la carretera, con un comportamiento más que honesto y notables dosis de disfrute y precisión en las zonas más reviradas.
El rendimiento del pequeño motor de 999 cm3 es sorprendente con el coche descargado y solo dos personas a bordo. Las sensaciones son aún mayores gracias a los elevados decibelios que emite su silenciador de escape y que pueden llegar a resultar molestos para los viandantes (y ocupantes del vehículo). En este punto de la prueba, el propietario me asegura que el sistema de escape está homologado y que no es la primera vez que tiene que mostrar unos certificados del fabricante del silenciador que, para evitar problemas, lleva en la guantera.
Fuera de las carreteras asfaltadas, es un devorador de caminos donde, si el conductor tiene manos y el terreno no resulta excesivamente abrupto, resulta realmente rápido y divertido. Nos comenta su propietario que en caminos embarrados o nevados su eficacia es asombrosa, ya que gracias al escaso peso y al eficaz cubrecárter se desliza con eficacia en las roderas y resulta realmente difícil atascarlo.
Si el camino se complica, el pequeño Fiat se defiende mucho mejor de lo esperado, debido a su poco peso, buenos ángulos de carrocería y una relación de cambio con una primera marcha muy corta. Metidos en faena, está un poco penalizado por la escasa altura libre al suelo y el pequeño diámetro de las ruedas, pero es capaz de superar con gran facilidad obstáculos que a primera vista parecerían insalvables. En zonas de franqueo, este Panda 4×4 puede afrontar trialeras absolutamente vedadas a cualquier todocamino actual.
Relajados y con una sonrisa dibujada en la cara, durante nuestro recorrido de regreso el propietario nos comenta que en aquella Maroc Challenge «Spring Edition» (2013) consiguieron el segundo puesto, tanto en su categoría (adventure 4×4 ligero) como en el trofeo Panda 4×4. La única incidencia en aquella dura prueba fue una avería eléctrica que, tras algunos dolores de cabeza, resultó ser el fallo en el cláusor (venerable sistema antirrobo) de la llave de contacto, solucionado de inmediato con un «puente».
Tras aquella dura prueba, el coche fue desmontado de nuevo por completo y adaptado para el día a día, desmontando los sistemas no esenciales: soporte de ruedas, nevera, repuestos, odómetro, luz de mapas, emisora y faros de largo alcance exteriores.
En la actualidad, este valiente Panda 4×4 se utiliza a diario y en excursiones tanto por carretera como todoterreno, pero sus mayores hazañas ya han sido realizadas. A partir de ahora, se mima y cuida para que dure muchos años. El merecido descanso para el guerrero.
Cuánto cuesta la preparación del Panda 4×4 Sisley
MOTOR | |
Soportes de motor mejorados JMR | 90 € |
Silenciador trasero modificado con salida central | 120 € |
Embrague de altas prestaciones | 180 € |
Toma elevada de admisión JMR | 100 € |
Reconstrucción de motor y culata | 560 € |
DIRECCIÓN | |
Modificación de manguetas para reglaje de caídas | 150 € |
Barra estabilizadora de 16 mm | 150 € |
SUSPENSIÓN | |
Amortiguadores de gas delanteros JMR EVO I | 350 € |
Muelles reforzados JMR EVO I | 200 € |
Amortiguadores traseros de gas JMR EVO I | 330 € |
Suplementos traseros de suspensión +25 mm JMR EVO I | 110 € |
Neumáticos y llantas | |
Neumáticos Hankook «Kinergy eco» 165/65-13 75T M+S | 240 € |
Llantas Stral aluminio 5,5×13″ | 450 € |
CARROCERÍA | |
Restauración y pintado de carrocería, interior y exterior | 1.800 € |
INTERIOR | |
Asientos deportivos delanteros | 180 € |
Volante RRS Rally 350 mm | 120 € |
MANO DE OBRA | |
Desmontaje y montaje completo de la unidad | 5.000 € |
VARIOS | |
Gastos de homologación e ITV | 540 € |
Ficha técnica del Fiat Panda 4×4 Siley
MOTOR | |
Marca y tipo | 156A3 «Fire». Marca Fiat. Ciclo Otto. |
Disposición | Delantero transversal. Cuatro cilindros en línea. 8 válvulas. Árbol de levas en cabeza. Distribución por correa dentada. |
Diámetro x carrera | 70 x 64,9 mm. |
Relación de compresión | 9,8:1. |
Alimentación | Carburador Weber 32, doble cuerpo, controlado electrónicamente |
Cilindrada | 999 cm3 |
Potencia máxima | 50 CV @ 5.250 r.p.m. |
Par máximo | 74 Nm @ 3.250 r.p.m. |
TRANSMISIÓN | |
Embrague | Monodisco en seco. |
Caja de cambios | Manual, 5 velocidades hacia adelante y marcha atrás. |
Desarrollos de las marchas | 1.ª: 3,909:1. 2.ª: 2,056:1. 3.ª: 1,344:1. 4.ª: 0,978:1. 5.ª: 0,780:1. M. A.: 4,935:1. |
Relación de los diferenciales | 5,45;1. |
Tracción | Delantera, con eje trasero conectable manualmente. |
SUSPENSIONES | |
Delantera | Independiente, McPherson, muelles y amortiguadores de gas (serie: amortiguadores hidráulicos). Barra estabilizadora Ø16 mm (serie: sin estabilizadora). |
Trasera | Eje rígido guiado por ballestas (tres hojas) y amortiguadores de gas (serie: amortiguadores hidráulicos). |
DIRECCIÓN | |
Tipo | Mecánica, mediante cremallera. Sin asistencia. |
Vueltas de volante | 4,5 entre topes. |
FRENOS | |
Eje delantero/trasero | Discos macizos delante (Ø 227 mm) y tambores detrás (Ø 185 mm). Servofreno de vacío. Repartidor mecánico. |
RUEDAS | |
Llantas | 5,5×13″ (serie: 5×13″) |
Neumáticos | 165/65-13 75T M+S (serie: 145/80-13″ ) |
BASTIDOR | |
Tipo | Monocasco en chapa de acero. |
DIMENSIONES | |
Longitud | 3.408 mm |
Batalla | 2.170 mm |
Altura | 1.500 mm (serie: 1.470 mm) |
Anchura | 1.500 mm |
Vía delantera / trasera | 1.265/1.270 mm (serie: 1.252/ 1.258 mm) |
Peso en vacío | 850 kg (serie: 790 kg) |
Capacidad depósito combustible | 35 litros |
Número de plazas | dos (serie: 5) |
La opinión TT
Tradicionalmente, el Panda 4×4 es una demandada opción de bajo coste en zonas de alta montaña, estaciones de esquí y otros escenarios en los que no hay que recorrer grandes distancias, no hay climas cálidos en ningún momento del año (el Panda no puede tener aire acondicionado y tampoco está apenas aislado térmicamente) y la nieve hace acto de presencia sobre las carreteras y los caminos. En cualquier otro escenario, su falta de confort y prestaciones pueden ser un importante inconveniente.