La historia ocurrida hace varias semanas con el Opel Meriva, que vio como el nuevo y pequeño SUV Opel Crossland X le ´robaba´ el sitio en la gama del fabricante alemán, se repite. En este caso la marca protagonista es Ford, y el modelo que dejará de fabricarse a lo largo del próximo mes de septiembre será el Ford B-MAX. Su sustituto no es otro que el crossover EcoSport, que ya lleva algunos años en el mercado español. Este reemplazo se encarga de subrayar aún más la supremacía de los SUV, que se han impuesto claramente a los monovolúmenes en las preferencias de los potenciales compradores.
Recordemos que el Ford B-MAX comenzó a venderse en el año 2012, lo que significa que se trata de un modelo bastante joven. Su misión era la de reemplazar al Ford Fusión y lo cierto es que las expectativas iniciales en cuanto a matriculaciones se han ido diluyendo con el paso de los años. Tanto es así que durante el primer semestre de este año en nuestro país tan solo han sido entregados 34 ejemplares -por los 601 del EcoSport durante el mismo período-, una cifra que sin duda obliga a la marca norteamericana a jubilarle en favor del todocamino más pequeño de su oferta.
La única generación que ha tenido el Ford B-MAX se ha fabricado en la planta que la marca del óvalo azul tiene en Craiova, en Rumanía. Allí le quitará el sitio igualmente el Ford Ecosport, desde donde saldrá la producción destinada al mercado del viejo continente. Desde este momento, Ford ya está acometiendo las modificaciones necesarias para acoger la fabricación del nuevo EcoSport a partir de este mismo otoño, pues el pequeño SUV de Ford recibirá un lavado de cara de manera inminente que podría ver la luz en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt, que se celebrará a mediados de septiembre.
