Prueba Ford Puma ST 2021: ¿por qué es uno de los mejores SUV deportivos?

Miguel Tineo
Miguel Tineo

El Ford Fiesta ST es uno de nuestros deportivos favoritos para usar a diario. ¿Qué pasa cuando le cambias la piel por la de un SUV como el Puma?

De pequeño comía muy mal. Tenía muchos prejuicios, y eso me hacía ser un insoportable niño repelente con el tema de la comida. Hasta que un buen día, no sé por qué, me cambió el chip y empecé a comer de todo, hasta tal punto que ahora soy un glotón de tres pares de narices y, de vez en cuando, recuerdo la gran cantidad de manjares que me perdí, o que simplemente no disfruté por el mero hecho de tener que comérmelo, por ser tonto. Porque encima, y no estoy exagerando, tengo la suerte de tener una madre que, entre otras muchas cosas, es una cocinera excepcional. Pero bueno, cosas de cuando uno es un crío necio que hizo luchar lo indecible a su madre para que se comiera de una santa vez las dichosas lentejas.

Esta reflexión viene a cuento porque los prejuicios son una maldita lacra. Y no te voy a engañar: hace un rato, mientras conducía camino a probar el Ford Puma ST, iba pensando que hoy me iba a tocar comerme uno de esos platos insípidos y de textura extraña que tanto odiaba cuando era pequeño. Uno de esos con los que mi madre me decía: «Hijo, te lo tienes que comer, que tiene no sé cuántas vitaminas, y fibra, hierro, etc.», mientras yo pensaba que las vitaminas de verdad eran las que se escondían en los Bollycaos y en los Donuts Fondant.

Ford Puma ST 2021 en carretera

Ahí está. Es de color verde. Ya lo habíamos probado pero nos gustó tanto que teníamos que revivir esas sensaciones. No es tan feo como un maldito puré de verduras, y encima tiene detallitos estéticos en forma de taquitos de jamón o de un brillante chorrito de aceite de oliva de primera calidad flotando por encima: que si unas llantas de 19 pulgadas por aquí (con unos excelentes Michelin Pilot Sport 4S, por cierto), que si unos paragolpes más deportivos con detalles en negro por allá, que si unos logotipos de ST por el otro lado, etcétera.

Me pongo a sus mandos. Sí, voy sentado un poco más alto que en el Fiesta, pero no me cuesta encontrarme a gusto, y eso que me gustaría llevar las piernas un poquito más estiradas y encontrarme el pomo del cambio en una posición un poquito más elevada. Restriego un par de veces mi espalda contra el respaldo del bonito asiento Recaro, piso el embrague y pulso el botón de arranque. El motor 1.5 Turbo de tres cilindros y 200 CV no suena mal. Le falta sal, ingrediente que encuentras cuando pones el modo Sport y Circuit y comienzas a apreciar un sonido más bronco que parece provenir de la admisión del motor y algún que otro petardeo del escape. Vale, esto no es un V12, pero te lo comerás con gusto y aunque no tengas mucha hambre.

Hay otros dos modos de conducción más: el Eco y el Normal, pero esa comida es muy light: la puedes tirar a la basura o regalársela a tu vecino vegano. Todos se seleccionan a través de dos botones que hay en el volante, si bien uno de ellos, denominado S, conecta directamente el modo Sport sin tener que pasar por los demás. Mejor, porque la sal siempre tiene que estar a la vista. Dependiendo del modo elegido, varían la dureza de la dirección, la respuesta del acelerador, el sonido del escape y el funcionamiento de los controles de tracción y estabilidad, que en el modo Circuito se desactivan casi por completo.

Ford Puma ST interior

El Puma ST sólo se puede adquirir con cambio manual de seis relaciones y tracción delantera, si bien existe un pack opcional denominado Performance que, por 1.000 euros, añade un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado y un control de salida Launch Control. Y esta unidad lo lleva. Ummmm. ¡Es como echarle torreznitos a un puré de verdura! ¡Qué gran idea! ¿Por qué nadie lo habrá hecho antes?

Es hora de hincarle el diente. El motor ofrece una respuesta intensa y contundente acorde con lo que uno espera de sus 200 CV, con una respuesta inmediata e intensa desde medio régimen que pronto te hace olvidar que se trata de un motor de sólo 1.5 litros y tres cilindros. Esto tarda 6,7 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. No está mal, ¿eh?

Como decía más arriba, sólo se vende con cambio manual de seis velocidades. Un acierto: una caja manual termina por conseguir que el conductor se tenga que involucrar más en la conducción, y eso al fin y al cabo es lo que deben conseguir este tipo de coches: que quien esté al volante se sienta protagonista de todo. Es como comer marisco con las manos. ¿Hay algo mejor que comer con las manos? ¿A vosotros no os dan ganas de tirarle una gamba a la cabeza a esa gente que pela el marisco con cuchillo y tenedor? Además, este cambio tiene un tacto durito y agradable, y permite realizar los cambios de marcha con rapidez. ¡Es una delicia!

Ford Puma en ruta

Sí, está todo muy rico, pero ¿qué pasa con el comportamiento? Pues que este Puma, con todas las modificaciones que te explicamos en la página anterior, va increíblemente bien. Primero, porque pese a su mayor altura, no es un coche torpe ni mucho menos. Es más, sus reacciones son vivas pero dóciles, y se siente más cómodo cuanto más revirada sea la carretera. Además, y frente a un Fiesta ST, me gusta más el tacto de la suspensión, pues no tienes la sensación de ir dando constantemente pequeños botecitos a poco que el asfalto no esté perfectamente liso.

Con el diferencial autoblocante opcional, la respuesta del Puma a la salida de las curvas es muy buena, y tampoco se notan movimientos parásitos o bruscos en la dirección como sí ocurre a veces en otros coches con este tipo de diferenciales. Aun así, la dirección requiere cierto periodo de adaptación porque es muy directa, y cada leve insinuación tiene un efecto mayor que en otros Puma. Además, su tacto podría ser un poco más informativo y menos artificial, algo que permitiría sentir mejor cuánta adherencia tenemos disponible en cada momento en el eje delantero cuando vamos deprisa. Es, bajo mi humilde opinión, el único punto a revisar de un chasis que, por lo demás, sólo admite elogios. Y más todavía tratándose de un SUV, un concepto de coche que parte con cierta desventaja por su mayor altura.

Ford Puma trasera

Ahora bien. ¿Merece la pena pagar 31.877 euros por este Puma ST en vez de los 27.359 euros que vale el Fiesta ST? Pues depende exclusivamente de tus gustos y de si necesitas un maletero de 456 litros en vez de 311 litros porque, dinámicamente, el Puma ST es, también, un platazo de excelente gusto.

Ficha técnica Ford Puma ST

  • Motor: 3 cil. en línea, 1.496 cc, turbo
  • Transmisión: Manual, 6 velocidades
  • Tracción: A las ruedas delanteras
  • Potencia: 200 CV a 6.000 rpm
  • Par: 320 Nm a 2.500-3.500 rpm
  • 0-100 km/h: 6,7 segundos
  • Vel. máxima: 220 km/h (limitada)
  • Peso: 1.358 kg (6,79 kg/CV)
  • Precio: 31.877 euros

 

Ford Puma