La búsqueda de libertad adquiere nuevos horizontes y significados gracias a la T-Zone de Tinkervan. Si la firma oscense se ha ganado su prestigio merecidamente en los últimos quince años, con este nuevo vehículo camper ascienden a un nuevo nivel de preparación y camperización personalizada. La familia busca nuevas opciones.
Técnicamente, Tinkervan ha creado la T-Zone con la ambición de convertir un vehículo L3H3 en nuestro hogar. El diseño y los detalles nos demuestran que estamos apostando por la calidad y mimando hasta el último detalle. Desde que se accede a su interior se entiende que estamos en un vehículo cuidado en sus acabados, práctico y espacioso. Se nota que se ha tratado de marcar la diferencia para crear una experiencia vacacional o de ocio, inolvidable que consiga aunar confort y sentido de la aventura.
Carrozar es un oficio, y eso se nota pronto. Los materiales son premium, las soluciones dignas de productos de un precio superior. Un buen ejemplo lo tenemos en los aislamientos térmicos. Obligados para invierno, pero también a tener muy en cuenta en verano. No sólo supone una mejora en nuestro confort, también es una mejora en ahorro de consumo.
Estamos ante un vehículo montado sobre una VW Crafter de 140 caballos diésel, el vehículo está dotado de asistente de marcha atrás, asientos giratorios delanteros y todo el armamento habitual de tomas USB, displays para el control energético eficiente y soluciones de almacenaje que esperamos en un vehículo camper de esta categoría. A ello sumamos, por supuesto, la característica calidad, fiabilidad y funcionalidad alemanas proporcionadas por Volkswagen. Motores muy probados para no tener que mirar al cuenta kilómetros.
Los distintos espacios creados por Tinkervan son, sin embargo, los que ponen la guinda, con un salón comedor diseñado para que cuatro personas no encuentren limitaciones de espacio. Asientos con ISOFIX nos indican el cariz familiar del conjunto, así como elementos de pura necesidad para el caravaning como huecos de almacenamiento (hay un doble armario superior con cierres de seguridad) así como ideas para preservar nuestra privacidad y aumentar la comodidad (el remis en cabina y las ventanas correderas de doble tela).
El ambiente que proporcionan los LED nos sigue hasta la cocina, un perfecto resumen de lo que Tinkervan es capaz de hacer. Consistente en un dispositivo de dos fuegos con regulador, encimera de Krion, grifo de diseño y un frigorífico con congelador de 70 litros, en ella no echaremos absolutamente nada de menos.
En este tipo de vehículos los pequeños detalles marcan la diferencia. Los cajones tienen freno. Los acabados son de nivel superior y hay enchufes y huecos de almacenamiento suficientes. La tecnología brilla por su presencia, con soluciones domóticas reunidas en un display que permite controlar e interactuar con el vehículo para que nada falte y no se desaproveche nada. Una app en nuestro smartphone pone en este sentido las cosas todavía más fáciles.
Pero la firma sabe que son elementos, como el techo elevable panorámico, los que mejoran considerablemente la impresión del vehículo. El de la T-Zone goza de una tela panorámica y el sistema Open Sky, además de tomas de USB e iluminación propia. La cama doble de 200 x 120 que nos descubre está rodeada de aislante térmico, ventana frontal y mosquitera. Su plegado es extremadamente fácil. El remate lo pone el baño con doble espacio (WC y zona de ducha) y la zona de descanso de tres estancias en una, con un sofá cama trasero con cajones bajo el colchón, una cama ampliable a cama doble y soluciones de almacenamiento en todos los lugares imaginables. Esa es otra ventaja añadida, para cada actividad se pueden adaptar algunos elementos.