Renault, Dacia, SsangYong, Subaru y, también, algunas marcas chinas. Estas son las marcas que, básicamente, apuestan por el GLP en algunos de los modelos de sus respectivas gamas. Y sí, su éxito de ventas es notable, teniendo en cuenta siempre el volumen de ventas de cada una de ellas.
Las ventajas del GLP
Sin duda alguna, hay varias ventajas que convierten al GLP en una opción de compra muy interesante. Primero, está el precio del coche, pues el sobreprecio por adquirir un coche alimentado por GLP en vez de sólo gasolina supone un incremento de unos 1.000 a 1.500 euros, según el modelo y la capacidad del depósito.
Además, es un sistema que, en estas marcas, viene instalado de origen, ya sea en fábrica o con un instalador contratado por la marca, y eso hace que ese precio sea más bajo que instalarlo a posteriori. Y eso por no hablar del tiempo de homologación y demás en caso de que lo hagamos después, algo que tampoco es que sea nada del otro mundo… pero que no es tan cómodo como tenerlo ya hecho de origen.
Luego, por supuesto, está el tema del precio de GLP. Debido a su inferior carga impositiva, cada litro de GLP sale aproximadamente por la mitad de precio que un litro de gasolina. Es cierto que un motor consume en torno a un 15% más cuando funciona con GLP que cuando lo hace con gasolina pero, dado que nos ahorramos en torno al 50% en el coste del carburante, el ahorro se sitúa en torno al 35%.
Otra gran ventaja es que este tipo de vehículos tienen etiqueta Eco, un detalle de suma importancia para quien se mueva habitualmente por grandes ciudades. Y, por supuesto, tampoco podemos obviar que la autonomía del coche suele superar con creces los 1.000 kilómetros, pues se suma la autonomía del depósito de gasolina con la del depósito de GLP.
Las dudas sobre el GLP
Las siglas GLP vienen de Gas Licuado de Petróleo, así que está claro de dónde proviene el GLP. Ahora bien, las emisiones contaminantes de un vehículo de GLP son inferiores cuando circula con GLP que cuando lo hace con gasolina, y es por eso que este tipo de vehículos cuentan con la etiqueta Eco.
Otra de las dudas que suelen asaltar a los usuarios es sobre el rendimiento del vehículo y su fiabilidad. Es cierto que, con GLP, un motor rinde un poco menos. Pero también lo es que las diferencias son mínimas y que, al menos en la mayoría de los casos, cuando se acelera con decisión y hay una gran demanda de potencia, el coche automáticamente utiliza gasolina, de manera que esas diferencias son muy poco apreciables.
En cuanto a la fiabilidad, el GLP es un gas, de manera que no lubrica ni refrigera como la gasolina al pasar por las válvulas. Para evitar problemas, las válvulas y sus guías y asientos suelen recibir un tratamiento específico. Además, y como comentábamos antes, ante grandes exigencias el motor e sistema emplea gasolina, algo que también minimiza los riesgos.
Por último, muchos conductores dudan sobre si es fácil repostar GLP. Pues bien, la operación es muy similar a repostar gasolina, y el tiempo empleado es también parecido. En cuanto a puntos de carga, en España hay más de 800 gasolineras con GLP, por lo que es relativamente sencillo que tengamos una cerca de nuestra casa.
