En febrero del 2014, General Motors empezó a realizar llamadas a revisión de antiguos modelos para reparar un defecto que permite que el automóvil se apague de forma inesperada simplemente por el peso del llavero que sujeta la llave de encendido o porque la carretera por la que circula el vehículo es irregular. Ese fallo en el sistema de encendido ha sido el detonante por el que General Motors podrían afrontar la mayor multa de la historia.
Según el ´The New York Times´, General Motors y las autoridades federales están negociando un acuerdo por el que el fabricante estadounidense pagaría una multa récord por ocultar durante casi una década la existencia del problema en más de 2,6 millones de sus vehículos. Washington podrían imponer una multa mucho mayor que los 1.200 millones de dólares que Toyota pagó el año pasado por ocultar un defecto en sus vehículos que causaba aceleraciones involuntarias y produjo decenas de accidentes.
Ya en mayo de 2014, General Motors aceptó pagar una multa de 35 millones de dólares a la Agencia para la Seguridad en la Carretera (NHTSA), tras reconocer que conocía la existencia del defecto del sistema de ignición y que no actuó para solucionarlo.
Al mismo tiempo, GM, los Departamentos de Transporte y Justicia, NHTSA y el Congreso iniciaron una serie de investigaciones independientes para aclarar las responsabilidades por lo ocurrido. En junio de 2014, General Motors emitió los resultados de la investigación interna en la que la compañía afirmó que actuó de forma «inaceptable, incompetente y con negligencia» porque un grupo de empleados ocultó durante años el defecto. Como consecuencia, General Motors despidió a 15 empleados.
GM ha destinado millones de dólares en reparar el defecto en los vehículos afectados y se enfrenta a demandas individuales que podría suponer otros miles de millones de dólares más en litigios.