La subida de impuestos al diésel era una de las propuestas estrella del Ejecutivo de Pedro Sánchez para los Presupuestos Generales del Estado de 2019 pero, finalmente, estos no fueron aprobados por el Congreso (actualmente, el país funciona con los Presupuestos Generales del Estado aprobados en 2018, que han sido prorrogados).
Pese a ello, el aumento impositivo a este carburante continúa entre las propuestas del Ejecutivo de cara a los Presupuestos Generales que está preparando para 2021. Así lo ha confirmado María Jesús Montero, la ministra de Hacienda durante la clausura del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, en el que ha señalado que el Gobierno prepara una reducción de la bonificación impositiva actual del gasóleo de cara a su equiparación progresiva con los impuestos que gravan la gasolina (que actualmente suponen 40,7 céntimos del precio del litro).
3,45 euros más al mes en diésel
En cifras concretas, esta reducción de la bonificación impositiva del diésel hará que el tipo estatal del impuesto de hidrocarburos para este combustible pasará de los actuales 30,7 céntimos por litro a 34,5 céntimos por litro. Una subida que deja fuera, eso sí, «al carburante profesional y bonificado» y que, sin embargo, sí afectará a cerca de 13, 5 millones de vehículos en España. En la práctica y según ha anunciado la ministra, el gasóleo se encarecerá 3,8 céntimos por litro, lo que que, al llenar un depósito de 50 litros, supondrá un incremento de 2,3 euros (IVA incluido). Así, la ministra ha señalado que, en el gasto mensual, un automovilista que haga una media de 15.000 kilómetros tendrá que abonar un sobrecoste de 3,45 euros.
500 millones más para las arcas del Estado
Esta medida supondrá unos ingresos directos para el estado de 507 millones de cara a 2021 y 2022, si bien la ministra de Hacienda ha señalado que esta subida del tramo estatal del impuesto de hidrocarburos sobre el gasóleo «no tiene carácter recaudatorio». Montero, sin embargo, la justifica señalando que la diferencia de impuestos entre el diésel y la gasolina «no tiene razón de ser» y que el Gobierno está trabajando para igualarlas. De igual forma, Montero ha señalado que con esta medida, se incentiva «un cambio de hábitos en la automoción» a la vez que se refuerzan los «comportamientos protectores con el medio ambiente».
De cualquier forma, esta posible subida estará condicionada, como ya lo estuvo en 2019, a la aprobación por parte del Congreso del proyecto de Presupuestos Generales del Estado que presente el Ejecutivo en los próximos meses.