Dos años después de su llegada al cargo de Presidente del Grupo Volkswagen en plena crisis por el escándalo de las emisiones, Matthias Müller, cede su cargo como máximo mandatario del consorcio alemán a Herbert Diess, que por aquel entonces era un recién llegado. A sus 59 años de edad, Diess se hará cargo de un grupo con 600.000 empleados en todo el mundo y logra alcanzar un puesto para el que ya optó en su anterior etapa en BMW y que, precisamente tras su no elección para el cargo, le llevó a cambiar BMW por Volkswagen. Sin duda, si analizamos su decisión con perspectiva, Diess eligió bien su camino.
Las razones de estos cambios en la presidencia del Grupo Volkswagen parece haber sido la lentitud con que está aplicando el plan Estrategia 2025, destinado a generar mayor eficiencia a base de aumentar la autonomía de las marcas y al desarrollo de vehículos cero emisiones, y también se habla de alguna discusión entre los diferentes accionistas, ya que los resultados económicos del Grupo en 2017 han sido excelentes. De hecho, Volkswagen obtuvo un beneficio neto de 11.638 millones de euros durante 2017.
Por otro lado, el Grupo Volkswagen también está intentando limpiar su estructura de mando de personas relacionadas con el dieselgate y aunque Müller fue elegido precisamente para solucionar esta crisis, su puesto hasta aquel momento como Presidente de Porsche, también dejó manchado su expediente. De hecho, el propio Müller delegó en Francisco Javier García Sanz, vicepresidente mundial de Compras del Grupo Volkswagen, que también ha dimitido de forma sorprendente, la resolución del caso que en aquel momento estaba principalmente centrado en Estados Unidos.
El nombramiento de Diess tiene por objetivo dar mayor responsabilidad e independencia tanto a sus marcas, como a las plantas instaladas fuera de Alemania. A ello se suma además el desarrollo del coche eléctrico, en la que la compañía está invirtiendo miles de millones y que considera la mayor prioridad.
Tras estos nombramientos, se ha decidido que las operaciones del grupo sean ahora supervisadas por tres personas. Una de ellas es el propio Diess, que controlará el I+D de todas las marcas; Rupert Stadler, el presidente de Audi, que será el vicepresidente de ventas; y Oliver Blume, el presidente de Porsche, que será el encargado de la producción. Quien todavía no tiene sustituto es Francisco Javier García Sanz.