Hace cuatro años, Fiat decidió cambiar el color del mono de trabajo de sus empleados, que pasaron de vestir de azul marino a blanco. Ahora, las trabajadoras piden regresar al anterior color por los problemas que puede ocasionar el blanco durante el periodo de menstruación y su reivindicación ha conseguido en pocos días 400 firmas de las cerca 600 mujeres que trabajan en esta planta, una de las más grandes de la casa automovilística en Italia y que cuenta con 8.000 empleados.
La representante sindical denuncia que solo cuentan con diez minutos de descanso en su jornada, por lo que no pueden ir a «cambiarse cada dos por tres». Además, explica que es fácil mancharse durante esos días ya que su actividad implica tener que agacharse y doblarse para entrar en el coche y colocar las piezas, lo que puede provocar situaciones incómodas para las trabajadoras.
La empresa ha respondido a la petición con un comunicado que no ha hecho sino indignar aún más a las trabajadoras. «Desde enero se proporcionará un culote para llevar debajo del mono a todas las mujeres con la regla», dicta el comunicado de la empresa. ¿Cómo acabará la guerra interna entre trabajadoras y directivos de Fiat?