Así han evolucionado los volantes de competición de Porsche

El mundo de la competición automovilística exige una serie de soluciones que con frecuencia acaban transfiriendose a los modelos de calle. El volante es uno de los componentes que enfatiza el desarrollo de un coche de carreras. En 20 años, un aro cubierto de cuero se ha convertido en un auténtico centro de control. A continuación, te contamos cómo han evolucionado los volantes de Porsche.


Lo cierto es que nos estamos acostumbrando a manejar volantes repletos de botones, ruletas e incluso diales táctiles. Todas estas soluciones que parecían impensables hace unos años, nos permiten gestionar gran parte de los cometidos del vehículo en apenas segundos. Hablamos de funciones como el control del sistema de infoentretenimiento, las gestión del cambio o el control de crucero adaptativo.

volante Porsche

Y es que los volantes se han convertido en una auténtica extensión del conductor. Esta innovadora tecnología proviene directamente del mundo de la competición. En el caso de Porsche, los volantes de todos sus deportivos han sido previamente utilizados en las unidades de carreras. Una secuencia que comenzó a mediados del siglo pasado pero que no sería hasta el año 2000 cuando más se apostase por ella. Los pilotos del último Porsche 911 RSR tienen hasta 30 funciones a su disposición en el volante que, cuando se activan con determinadas combinaciones, pueden cambiar la puesta a punto de otros elementos.

Volante moderno: primeros botones

«En 1999 participé en la Carrera Cup como piloto Junior de Porsche. En aquellos momentos, el volante no tenía botones, ni radio, ni levas del cambio, ni limitador de velocidad. Teníamos que conducir por el pit lane con un ojo puesto en el velocímetro», comenta el embajador de la marca Timo Bernhard. El piloto de resistencia y campeón del mundo de 2016 ha sido testigo de los rápidos avances en la tecnología de los volantes. En 2001, los coches de la Porsche Cup incorporaron un botón para la radio y, en 2004, el número de funciones en el volante se incrementó hasta seis en los Porsche 911 GT3 RSR que participaban en la American Le Mans Series. En ese momento, los botones y conmutadores se instalan sobre volantes de competición simples que se comercializaban en el mercado.

volante Prosche

Con el paso del los años, el diseño cobra cada vez más importancia. La disposición de todas las funciones se convierte en una prioridad máxima, para que los pilotos puedan usar el volante de la manera más intuitiva posible. De esta manera, se apuesta por una disposición de mandos reconocible para que, cuando un conductor cambie de coche sepa inmediatamente cómo utilizarlo.

Ergonomía: detalles que condicionan una victoria

Los pilotos juegan un papel esencial en la disposición de los controles proporcionando información durante la etapa de desarrollo para asegurar la mejor ergonomía posible. El primer paso es el posicionamiento de las cuatro funciones más importantes: los botones para el limitador de pit lane, para situaciones de bandera amarilla general, así como los de on/off para el motor y la radio. Las demás funciones operativas se añaden a continuación.

volante Porsche

«Yo experimenté con dureza lo importante que es tener el diseño correcto y la facilidad de uso óptima en condiciones de carrera», destaca el piloto oficial Romain Dumas hablando de un momento específico en 2012. «Estaba conduciendo un Porsche 911 GT3 R en Pikes Peak e iba camino de ganar, cuando apareció la lluvia y luego la nieve en las cotas más altas. Ahí es donde perdí todo. ¿Por qué? Se instaló un botón para el limpiaparabrisas en el volante, que tenías que presionar durante un segundo para activar la función intermitente y durante tres para que el barrido fuera continuo. Era una forma demasiado complicada. En Pikes Peak te encuentras una curva detrás de otra. Para cuando los limpiaparabrisas estaban funcionando correctamente ya había perdido mucho tiempo», señala el francés que ha logrado cuatro victorias absolutas en la «carrera hacia las nubes», que se disputa en el estado norteamericano de Colorado.

Flujo de datos entre el volante y la electrónica de a bordo

A día de hoy, los pilotos están involucrados en el diseño correcto desde el primer momento. El manual de instrucciones para el volante del Porsche 911 RSR consta de 27 páginas. «La cosa va muy rápida porque tenemos la oportunidad de dar nuestra opinión durante el desarrollo. Como pilotos oficiales de Porsche estamos implicados sobre todo en las carreras de resistencia. Por eso no solo tiene que ser intuitivo de manejar, sino que también debe exigir el menor esfuerzo físico posible. Este es siempre el objetivo cuando trabajas en un nuevo diseño para el volante» señala el piloto oficial de Porsche Matt Campbell. El mayor reto de todo este proceso es lograr un buen equilibrio encontrando un volante que sea fácil de usar tanto para los pilotos oficiales como para los que corren por afición.

volante Porsche

Lo cierto es que en las últimas décadas los volantes han cambiado significativamente en términos de funcionalidad y manejo. La forma y los materiales utilizados también han sido modificados en múltiples ocasiones, pasando del volante circular hecho de madera hasta el realizado sobre una base de acero, con una forma que recuerda a los mandos de un avión. «Cuando comparas un volante antiguo con uno nuevo es difícil creer que los modelos actuales sean incluso más ligeros que los primitivos, a pesar de todos los controles, pantallas y electrónica que llevan. Esto se consigue gracias al uso del aluminio y la fibra de carbono», cuenta Pascal Zurlinden. Los volantes de un coche de competición moderno se pueden quitar con facilidad para permitir a los pilotos entrar y salir de forma rápida y segura. La conexión entre el volante y la electrónica del vehículo se hace mediante una interfaz llamada CAN.

 

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