Hace cuatro años que Renault y Qualcomm comenzaron una importante colaboración tecnológica, que dio sus primeros frutos en el sistema multimedia OpenR Link integrado en el reciente Renault Mégane E-Tech eléctrico y en el último Renault Austral.
Y ahora, dentro de la tercera fase del programa estratégico Renaulution que la marca gala presentó en 2021, la firma del rombo ha estrechado lazos con el fabricante norteamericano de chips, de forma que ambos desarrollarán conjuntamente una nueva plataforma computerizada para la próxima generación de vehículos de la marca. Y es que, hoy día, con la estandarización de los motores y chasis en los vehículos de los distintos grupos automovilísticos, muchos de ellos se diferenciarán por el software y las capacidades del mismo.
Y es en este paso de la ecuación donde entra Qualcomm, ya que esta próxima plataforma para vehículos definidos por el software o SDV (Software Defined Vehícles) estará basada en la actual solución Snapdragon Digital Chassis, ofrecida por el fabricante norteamericano, y que hoy día ya controla la instrumentación digital de los vehículos, así como su conectividad y el funcionamiento de las distintas ayudas al conductor o ADAS.
La nueva plataforma de Renault y Qualcomm, disponible a partir de 2026 y abierta a otros fabricantes
Así Renault y Qualcomm desarrollarán la nueva arquitectura para estos vehículos SDV, que estrenarán los modelos de la marca gala a partir de 2026. Esta arquitectura recurrirá a la próxima generación del Snapdragon Digital Chassis y permitirán controlar y gestionar tanto los nuevos cuadros de instrumentos digitales, como otras muchas funciones del vehículo, como las ayudas a la conducción, la gestión de los distintos modos de conducción, la conectividad o los servicios telemáticos ; esto es, la información sobre el tráfico o sobre la ubicación en tiempo real, la actualización del software…
Así, la idea de Renault y de Qualcomm es compartir los gastos de desarrollo de una plataforma capaz de trabajar con un único software que controle las funciones más importantes de los futuros vehículos, simplificando los actuales sistemas que suponen la existencia de varias centralitas. Eso permitiría reducir los costes en la fabricación de los futuros vehículos. Además, las dos compañías planean ofrecer esta arquitectura a otros fabricantes de vehículos.
Por último, la unión estratégica entre las dos citadas compañías se estrechará aún más con la inversión, por parte de Qualcomm, en el accionariado de Ampere, la nueva empresa de Renault encargada del desarrollo de modelos eléctricos y de software para los mismos.
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