El Honda Jazz es un automóvil muy particular, tanto que se ha quedado, literalmente, sin rivales en el mercado. No hay más de los que antes llamábamos ‘minivolúmenes’ y que en su momento tanto éxito tuvieron. Si acaso el Opel Crossland, y cogido con pinzas porque el modelo alemán es medio minivolumen, medio SUV.
Pero bueno, el caso es que el Honda Jazz se renovaba hace más o menos un año con mejoras técnicas, estéticas y de equipamiento. Entre sus atributos destacaron, por ejemplo, que la potencia se incrementaba hasta 122 CV, lo cual eran trece más que antes. Salió al mercado, y así se mantuvo hasta hoy, únicamente con acabado Crosstar, que es, llamémoslo así, el de estética más off-road (y suspensión 10 mm más alta).

El Honda Jazz, que no viene mal recordarlo, se vende únicamente con motorización híbrida, al menos en Europa. Y esa motorización híbrida es muy particular porque es el propulsor eléctrico el que manda.
Hay un motor eléctrico principal de 122 CV, hay un generador eléctrico y hay un motor 1.5 de gasolina de 107 CV que esencialmente funciona como generador, aunque bajo demanda puede llegar a mover las ruedas.
Y es que hay tres programas de gestión híbrida que no son seleccionables por el conductor, si no que se alternan de forma automática. En el modo por defecto, EV Mode, el vehículo avanza sólo con electricidad. En Hybrid Drive el propulsor de gasolina comienza a actuar como generador, es decir, alimentando la parte eléctrica pero sin mover las ruedas.
Bajo fuertes demandas de aceleración o ante muy baja carga de batería, se activa Engine Mode, en el que un embrague conecta el motor térmico a las ruedas a través de un engranaje de una única relación. En esta situación, el 1.5 de gasolina sí impulsa las ruedas.

Pero bueno, volviendo a lo que nos ocupa hoy, la gama Honda Jazz recibe ahora los acabados Advance y Sport, que son, digamos, los más ‘normales’. El primero es el más económico (28.800 euros), mientras que el segundo es el de corte deportivo (31.150 euros). La terminación Crosstar se sitúa en precio entre medias: 30.550 euros. Tanto el Advance como el Sport anuncian un consumo un poco inferior al del Crosstar: 4,6 frente a 4,8 L/100 km.
El acabado Sport añade un alerón más grande, carcasas de los retrovisores en negro, volante de tres radios, tapicería de ante y piel con pespuntes amarillos… Y a nivel de conducción, endurece la suspensión un 8% delante y un 20% detrás, tiene una respuesta de acelerador más sensible y recibe una programación electrónica que permite al motor térmico girar un poco más arriba, concretamente, a 6.300 rpm.

En cualquier caso, el Honda Jazz condensa un espacioso habitáculo en una muy compacta carrocería (4,09 metros de largo; 4,10 metros si hablamos del Crosstar), aunque peca de un maletero de sólo 304 litros de capacidad. Para usar en ciudad y en circunvalaciones es un automóvil desde luego muy recomendable en el que ahora puedes encontrar una oferta más rica.
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