En el accidente de Malasia ocurrido el 27 de julio en un coche Honda City modelo 2003, el dispositivo que infla el airbarg se rompió y lanzó trozos de metal dentro del vehículo, algunos de los cuales impactaron sobre la conductora, según ha reconocido Honda.
El fabricante de coches nipón lleva en total casi diez millones de vehículos llamados a revisión en el presente año. Según recoge Facua en su boletín informativo, esta llamada busca detectar airbag defectuosos suministrados por Takata desde el 2008, incluyendo convocatorias específicas en algunas regiones de Estados Unidos.
Los airbag defectuosos de Takata están sujetos a una investigación de seguridad en Estados Unidos en torno al riesgo de que estallen con una fuerza que resulte peligrosa durante un accidente y disparen trozos de metal dentro del vehículo. Es más, las bolsas de aire de Takata habían sido vinculadas a cuatro casos fatales de vehículos Honda en Estados Unidos. Todas las víctimas fueron golpeadas por fragmentos disparados desde el airbag en el momento en que éste se inflaba, algo que ya había sucedido en otras marcas.