La espera ha sido larga, pero el Honda NSX vuelve a estar entre nosotros. Y es tan bueno que se ha colado como finalista de este premio a pesar de ejercer un poco como ´tapado´ por pasar un poco desapercibido si lo comparamos con otros modelos de más renombre. Y lo tomamos como sorpresivo debido al desconocimiento general que existe sobre este impresionante deportivo híbrido, lo cual le confiere cierto halo misterioso. En cualquier caso, nosotros lo probamos hace poco -puedes leer todos los detalles en este artículo-.
Sea como fuere, es un soplo de aire fresco en el segmento de los superdeportivos. Debajo del capó tiene, como hemos comentado, un propulsor híbrido formado por un motor de combustión y otros tres eléctricos. Uno de ellos está situado entre el motor térmico y la caja de cambios de doble embrague y nueve relaciones, y los otros dos se encuentran ubicados en el eje delantero, pues se encargan de impulsarlo.
La potencia total resultante de la suma de todas las mecánicas es de 581 CV y un par motor máximo de 645 Nm. Y aunque su empuje se ve empañado levemente por un peso total de 1.725 kg, el Honda NSX tiene una tracción total que es una auténtica maravilla y le hace ganar muchos enteros dinámicamente hablando -también tiene algo que ver el diferencial trasero de deslizamiento limitado-. Y es que los dos motores eléctricos delanteros se encargan también de optimizar la gestión del par motor.
Por último, dispone de varios modos de conducción, desgranados en Quiet, Sport, Sport + y Track. No obstante, a pesar de ser extraordinariamente rápido, está cargado de tecnología. Este aspecto suele restar puntos a la emoción que puede transmitir un coche. En este punto, nos tenemos que hacer una pregunta obligada: ¿le lastrará demasiado o sus virtudes serán valoradas tanto como para ganar el premio a Coche del Año EVO 2016?
