El Seat Ibiza acaba de cumplir 30 años y lo ha hecho situándose como uno de los urbanos más vendidos en España, sobre todo a partir de la segunda generación, que se presentó en 1993. La actual es la cuarta generación de este modelo que se caracteriza por ofrecer una amplísima gama -tres carrocerías y 11 motores-, un gran equilibrio en general y una relación precio-producto-equipamiento muy interesante. Sin duda, motivos más que de sobra como para ser el más vendido de su segmento, y eso que esta generación data ya de 2008 -no está previsto que cambie hasta 2016-.
En el otro lado nos encontramos con el Hyundai i20. La marca coreana comenzaba a asentarse en nuestro país justo cuando aquel Ibiza del 93 se situaba entre los líderes de ventas. Pero hace no más de cinco años ha sido cuando los Hyundai han dejado de ser esos modelos baratos y correctos sin más de antaño, para convertirse en unos productos mucho más interesantes, capaces de rivalizar sin problema con las referencias europeas de sus respectivos segmentos. Ya la anterior generación del i20, que data de finales de 2008, supuso un gran salto en todos los aspectos respecto al Getz, su antecesor. Y el nuevo modelo, que acaba de ponerse a la venta, sigue en la misma línea.
Por estética (Gana el Hyundai)
Con una clásica carrocería de cinco puertas y 4,03 m de largo, el i20 es sólo 3 cm más corto que el Ibiza. Eso sí, gracias a su moderno diseño y a la novedad que supone ser un recién llegado, su diseño resulta más llamativo, destacando la estilazada forma de sus faros delanteros y traseros. Ambos cuentan además, de serie, con elementos como faros antiniebla, llantas de aleación de 16″ -en el acabado Style i-Tech 30 Aniversario del Ibiza van pintadas en negro-…
Por bolsillo (Hay empate)
La diferencia de precio entre las dos versiones de esta comparativa -Tecno y Style i-Tech 30 Aniversario- es de sólo 180 euros a favor del Ibiza. Por equipamiento, las cosas también están muy igualadas. Es cierto que el Ibiza incluye navegador y manejo por voz -no disponibles para este acabado del i20-, pero el Hyundai hace lo propio con el aviso de cambio de carril involuntario, asistente al arranque en rampa y sensor de párking trasero -153e en el Seat; las dos primeras, no las ofrece en opción-.
En cuanto a las revisiones, las del Ibiza son más baratas. La primera cuesta 163,63 euros, en vez de los 189,43 euros que vale en el i20; mientras que la segunda sale por 207,65 euros en lugar de los 237,20 euros del coreano. Sin embargo, a la larga salen más caras en el Seat, pues sus revisiones se realizan cada 15.000 km en lugar de cada 20.000 km; así, tras los primeros 60.000 km, en el Ibiza te habrás gastado 855,31e en cuatro revisiones, mientras que las tres que habrás pasado al Hyundai te habrán costado 642,94 euros.
Por dentro (Gana el Hyundai)
Por calidad, el Hyundai transmite una sensación un poco mejor que el Seat gracias a que sus materiales ofrecen un tacto algo más agradable. Aun así, los dos cuentan con unos buenos ajustes, y en ninguno se aprecian molestos grillos en marcha.
Ambos ofrecen de serie un asiento del conductor regulable en altura y volante con ajuste en altura y profundidad, con un recorrido suficientemente generoso en ambos casos; por eso, en los dos es fácil obtener una buena postura al volante. En cuanto a los asientos, logran un resultado semejante: son bastante cómodos y ofrecen una buena sujeción.
Donde sí se aprecian cambios es en espacio. El i20 tiene uno de los interiores más amplios del segmento, ofreciendo una habitabilidad equiparable a la de algunos compactos. El Ibiza no es tan amplio y se queda en una posición intermedia, aunque tampoco plantea problemas para alojar detrás a dos adultos -tres personas van algo justas también el Hyundai-.
Por maletero, el i20 se vuelve a situar entre los mejores de su clase con sus 326 litros -una cifra más propia de un compacto; es poco habitual que un urbano pase de 300 l-. Además, cuenta con una bandeja que permite disfrutar de un doble fondo. El Ibiza se queda en 292 litros, una cifra más habitual. Además, el Seat se conforma con un kit reparapinchazos de serie, mientras que el Hyundai emplea una rueda de emergencia.
En marcha (Gana el Seat)
Aunque los dos cuentan con la misma potencia -90 CV-, las prestaciones del Ibiza son un poco mejores -tarda 11,8 segundos en pasar de 0 a 100 km/h en vez de 12,1-. Al volante, la respuesta es parecida, pero el Seat se muestra ligeramente más contundente, sobre todo, en las tres primeras marchas; a partir de ahí, el hecho de que el Hyundai cuente con un cambio manual de seis marchas -cinco en el Ibiza- le permite ganar velocidad con un poco más de solvencia, pues no hay un salto tan grande entre una relación y otra. Al menos, el cambio del Ibiza tiene un tacto agradable y se muestra un poco más precisa cuando se acciona con rapidez. Por consumo, están igualados: es fácil obtener medias de unos 5,0 l/100 km reales en ambos casos. Los dos consiguen buena nota en lo que a sonoridad y vibraciones se refiere.
Por comportamiento, el Seat es más ágil en curva y cuenta con una dirección más precisa y de mejor tacto, y eso que el Hyundai permite regular de serie el grado de asistencia. A cambio, el i20 se muestra más cómodo -la suspensión filtra las irregularidades con una mayor suavidad- y aplomado en autopista. Los frenos responden bien en los dos casos.
Veredicto final
El Hyundai se impone en esta comparativa por ser un modelo más moderno y no estar tan visto como el Seat. Sin embargo, eso no quiere decir que el i20 sea una compra más adecuada que el Ibiza. Sí lo es en el caso de que busquemos un urbano especialmente amplio, cómodo y muy fácil de conducir. Sin embargo, el Seat lo es en el supuesto de que prefiramos un motor con un poco más de respuesta, un mejor comportamiento en carreteras de curvas o un modelo que pueda ofrecer un mayor equipamiento opcional -como unos faros bixenón adaptativos-.