Icona se fundó en una de las ciudades italianas con mayor tradición automovilística, Turín, si bien su sede está en Shanghái (China). Su modelo de negocio se centra en la exportación de diseños e ingeniería automotriz italiana a las empresas que operan en el país asiático; de hecho, el Vulcano nació en 2013 como una demostración del ingenio y la tecnología que podía desarrollar la empresa, si bien cada vez cobra más fuerza la posibilidad de que llegue a producirse a pequeña escala.
Por el momento, estará presente en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, en California (Estados Unidos), que comienza el próximo 16 de agosto. Parece ser que la marca ha descartado la posibilidad de emplear un sistema híbrido para la propulsión como mostró en la primera versión, que se combinada con un motor térmico V12, para una potencia de 950 CV, o con un V6 biturbo, ofreciendo 870 CV. La unidad expuesta en la reunión anual dispondrá de una mecánica de origen Chevrolet, con concreto el LS9 6.2 V8 que emplea el Corvette C6 ZR1, cuyo potencial es más ´modesto´, en torno a 670 CV.
Aun así, la marca puntualiza que dicho bloque, situado en posición central-delantera, tiene capacidad para alcanzar los 1.000 CV. Con la configuración actual, Icona asegura que el Vulcano pasa de 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos y los 200 en 8,8 segundos, además de alcanzar una velocidad máxima superior a los 350 km/h. La fuerza del motor llega a las ruedas posteriores a través de una caja de cambios automática con manejo manual-secuencial a través de unas levas en el volante.
Pero la parte más significativa del Vulcano no hace referencia a la mecánica, sino a su estructura, realizada en una mezcla de titanio y fibra de carbono, una combinación que produce resistencia y ligereza; como resultado, el peso en vacío no alcanza los 1.600 kilogramos. El responsable de la construcción es carrocero italiano Cecomp, uno de los socios fundadores de Icona, mientras que de la parte motriz se ha encargado Claudio Lombardi, un veterano ingeniero que trabajó en el Mundial de Rallys con Lancia en los años 80 para después llegar a ser director técnico de motores de la escudería Ferrari de Fórmula 1.
