Gobierno y Podemos acuerdan nuevas ayudas al coche eléctrico con el impuesto al diésel

El dinero que se recaudará con el impuesto al diésel cuando entre en vigor en 2019 se destinará a ayudas para el vehículo eléctrico. Así se desprende del acuerdo al que han llegado el Gobierno y Unidos Podemos tras la negociación de los Presupuestos Generales de 2019.


El Gobierno y Unidos Podemos se han sentado a negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2019. Si el Ejecutivo cuenta con el apoyo necesario en el Parlamento para aprobarlos, el acuerdo al que han llegado las dos fuerzas políticas contempla nuevas ayudas a la movilidad eléctrica que irán destinadas a los vehículos y a la creación de infraestructura de recarga.

Pero, ¿de dónde saldrá el dinero destinado a estas ayudas? La respuesta la encontramos en una medida que entrará en vigor el próximo mes de enero: el impuesto al diésel. De acuerdo a lo pactado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, al menos el 30% de la recaudación extra obtenida a través del impuesto al gasóleo permitirá pagar las ayudas a los vehículos eléctricos. Como ya te contamos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que este impuesto permitirá recaudar 3,3 millones de euros al mes, puesto que la subida será de 3,8 céntimos por litro de diésel que repostemos. Sin embargo, la cantidad final no ha sido desvelada ni puesta negro sobre blanco en dicho acuerdo, aunque todos los rumores apuntan que el objetivo final es equiparar los gravámenes de la gasolina y el diésel, lo que a la postre será una subida bastante mayor.

El diésel, el gran perjudicado

Diésel

Esta medida afectará a más de 14 millones de conductores y ya ha sido rechazada por la industria de la automoción, que incluso ha llegado a publicar una carta abierta a favor del diésel. De la misma forma, las alquiladoras y las patronales de la automoción se han alineado para rechazar la criminalización del diésel. Y es que los vehículos de este tipo están siendo los grandes perjudicados de la denominada transición ecológica, ya que se está demonizando este combustible y, más allá del impuesto que encarecerá su precio, se está viendo afectado por otras medidas, como las restricciones al tráfico en las grandes ciudades a causa de la contaminación. Sin duda, las ayudas a la movilidad eléctrica son necesarias y, teniendo en cuenta que el impuesto al diésel será una realidad dentro de poco, es positivo que se utilice para sufragar estos incentivos para los vehículos eléctricos; sin embargo, con esta medida continúa con el agravio hacia el gasóleo, ya que contribuye a empañar su imagen, por lo que, una vez, el diésel es el gran perjudicado.

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