Carta abierta de la industria de la automoción en favor del diésel

Los máximos representantes de las principales asociaciones de la industria del automóvil en España se han unido para lanzar a la opinión pública una carta que pretende arrojar luz sobre la realidad de los coches diésel.


Las restricciones impuestas en algunas ciudades españolas, los rumores sobre nuevos impuestos y la mala imagen cosechada después de los casos de manipulación de emisiones que han saltado a los medios, han provocado un enorme desconcierto entre los usuarios, que no saben hasta qué punto el diésel ha sido herido de muerte. La primera consecuencia de esta incertidumbre es la enorme caída en las matriculaciones de este tipo de vehículos. En España, las ventas de coches diésel han caído a niveles de 1996, pasando del 70% de cuota en 2012 al 36,9% en 2018.

Para poner un poco de orden entre tanto desconcierto, los presidentes de las cinco principales asociaciones de la industria del automóvil han lanzado a la opinión pública una carta conjunta. ¿Su objetivo? Aclarar dudas y demostrar que el diésel no es, ni mucho menos, tan malo como lo pintan. La carta está firmada por José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac; Germán López-Madrid, presidente de Aniacam; Gerardo Pérez, presidente de Faconauto; Lorenzo Vidal de la Peña, presidente de Ganvam; y María Helena Antolin, presidenta de Sernauto.

Carta abierta a la opinión pública

Somos muchos los que, en los últimos meses, estamos pidiendo prudencia y moderación con respecto al diésel. Y no solo desde el sector de automoción sino también investigadores, expertos y medios de comunicación.

En un mundo plagado de fake news (noticias falsas) como el que vivimos, conviene desmentir aquellas afirmaciones inexactas para evitar que, por repetición, acaben tomándose como verdaderas, con las graves consecuencias que ello conlleva.

El diésel no contamina más que la gasolina. El diésel es el combustible más eficiente y con menores emisiones de CO2. Si comparamos con vehículos gasolina equivalentes, los vehículos diésel nuevos (que se venden actualmente en los concesionarios) presentan un consumo un 25% inferior y unas emisiones de CO2 por kilómetro 15% inferiores.

Además, los vehículos diésel nuevos y los de gasolina producen emisiones contaminantes en niveles equivalentes.

Otra cosa sucede si hablamos de vehículos más antiguos (de más de 10 años) donde, con independencia de que sean diésel o gasolina, los niveles de emisiones de CO2 y NOx y partículas son muy superiores. Es por este motivo por lo que la solución para reducir los niveles de contaminación en las grandes ciudades reside en la introducción de medidas para retirar de la circulación los coches más viejos e ineficientes cuya edad media supera ya los 12 años.

Desde hace décadas, toda la cadena de valor que conformamos el sector español de automoción estamos realizando fuertes inversiones en I+D+i para poner en el mercado vehículos cada vez más limpios y eficientes. De ahí que hayamos conseguido que los vehículos nuevos diésel emitan un 84% menos de emisiones NOx y un 91% menos de partículas que los vehículos de hace 15 años.

Estos logros han sido posibles gracias a los miles de profesionales que trabajan en nuestro sector, unos profesionales que han aportado todo su conocimiento técnico y experiencia para alcanzar unos niveles de reducción de emisiones nunca vistos. Y, al mismo tiempo, poniendo en el mercado otros sistemas de propulsión (eléctricos e híbridos, GLP/GNC/GNL, diésel y gasolina avanzados) que permitan al usuario contar con un mix de tecnologías adaptable a sus diferentes necesidades.

La Automoción española está plenamente comprometida con la descarbonización del transporte y la movilidad con cero y bajas emisiones. Y así lo estamos demostrando día tras día, trabajando y desarrollando coches tecnológicamente a la última, seguros y cada vez más respetuosos con el medio ambiente. Es una transición que debe hacerse de una forma progresiva y ordenada, con medidas y soluciones consensuadas que faciliten la movilidad de los ciudadanos, en sus diferentes modalidades.

Lo que pedimos es que no se ataque ninguna tecnología ni se genere incertidumbre innecesaria en la ciudadanía, porque ello puede afectar muy negativamente tanto a las inversiones en nuestro país y al empleo directo e indirecto del sector, como a los compradores recientes de estos vehículos diésel, indefensos, que ven cómo pierde valor su inversión de cara al futuro. Además, sobre todo en el ámbito local, penalizar a los coches diésel (aunque sean nuevos), lo único que está provocando es un incremento de las emisiones de CO2 ya que están siendo sustituidos por vehículos gasolina. Lo que nos aleja, a su vez, de los objetivos marcados por la Comisión Europea.

Debemos transmitir a los ciudadanos la realidad desde el conocimiento, con datos precisos para que, entre todos, contribuyamos a una movilidad cada vez más sostenible desde el punto medioambiental, social y económico.

En Autofácil, solo información contrastada y de utilidad

Desde Autofácil, como revista de referencia del sector del automóvil, así como desde nuestra matriz, Luike Iberoamericana de Revistas, suscribimos las palabras aquí vertidas por estas cinco asociaciones. La industria española del automóvil es una de las más importantes del país en términos económicos y de generación de empleo, así como toda una referencia a nivel mundial. Por ese motivo, sostenemos la importancia de pisar sobre terreno firme -y siempre con información veraz y contrastada- cuando se ataca a una parte tan importante de nuestro tejido industrial.

Es por ello por lo que en los últimos meses hemos elaborado un sinfín de contenidos relacionados con la problemática del diésel para que la desinformación no juegue en contra de los intereses de los propios usuarios. En este sentido, hemos analizado en profundidad -y siempre con la ayuda de expertos-, qué es un motor diésel y cuánto contaminapor qué no tiene los días contados, cuánto contaminan de verdad todas las mecánicas, qué contaminantes hay en el aire que respiras o qué tecnologías emplean los coches diésel para contarminar mucho menos.

Ministra, no acabes con los diésel

En el número 214 de la revista Autofácil, nuestro director, Juan Hernández-Luike, aprovechó la tribuna que le ofrece el editorial para lanzar su particular opinión sobre esta problemática, sobre todo a raíz de las palabras de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien aseguró que «los diésel tienen los días contados». A continuación reproducimos dicho editorial, publicado a mediados de julio bajo el título «Ministra, no acabes con los diésel»:

«Según declaraciones recientes de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, «el diésel tiene los días contados»… «durará más o menos, pero sabemos que su impacto en partículas y en lo que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida».

Ante esto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, suavizó la prisa de Ribera y, aunque anunció que el combustible equiparará sus impuestos a los del resto de países europeos, por la presión de la UE, también informó de que la subida no afectará a profesionales o autónomos con alta dependencia de este combustible. Por cierto, ya adelantamos este tema en el número 212 de Autofácil, del pasado mes de junio, con el reportaje ‘¿Qué pasa con los diésel?’.

El diésel, que en su día fue el combustible más sucio, está herido de gravedad, pero no está muerto; y mucho menos en España. Principalmente porque ya es limpio y, además, debemos cuidar mucho más nuestra industria y economía, porque somos el octavo fabricante mundial de vehículos -el segundo de Europa-, y grandes productores de coches y motores diésel. Si seguimos las sugerencias de los ministros apresurados, se ponen en riesgo más de 40.000 puestos de trabajo y, sobre todo, nos alejamos del objetivo de incrementar el peso del sector industrial en el PIB nacional del 16 al 20%.

Hoy en día, como se puede comprobar en nuestro informe de ‘Hecho en España’, el peso de la industria de la automoción es del 10% del PIB. Y esta cifra con seguridad se incrementará en los próximos años con los nuevos modelos que se producirán en las plantas españolas; si no ocurre un descalabro provocado por malas decisiones políticas, que en vez de proteger nuestra industria parece que sólo piensan en hacer grandes declaraciones que, seguidas por medios generalistas, no ayudan para nada a nuestro futuro.

El lobby de la industria en EE.UU., Alemania o Francia protege sus intereses y trabaja mano a mano con la administración para potenciarlo; así, en España se debe escuchar a las asociaciones que reclaman atención y diálogo. El mejor ejemplo de lo que no se debe hacer está en la destrucción en España del sector de la motocicleta o en Italia del automóvil. Protejamos nuestra industria, que supone más del 9% de la población activa -el 80% de nuestra producción de automóviles o componentes se exporta y esto supone el 22% de las exportaciones totales- y por qué no, compremos un coche español».

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