El nuevo Infiniti QX50 2018 está basado en una plataforma completamente nueva, algo que se refleja a simple vista en el diseño con líneas más refinadas y también en el interior, donde se ha logrado aumentar el espacio. Entrando en detalle, el QX50 2018 mide 4,69 metros de largo, 1,9 metros de ancho y 1,68 metros de alto, con una altura libre al suelo de 21,8 centímetros. Precisamente esta altura es lo que provoca que sitúe claramente en el segmento de SUV compacto junto a otros competidores como el Mercedes GLA, BMW X1, Mazda CX-3 o Audi Q2.
El aspecto exterior destaca por su deportividad, siguiendo la línea de los últimos modelos de la marca con un morro alargado y una gran parrilla delantera en la que el logo de Infiniti es claramente protagonista. Además, las llantas de 20 pulgadas también influyen en ese aspecto más robusto y deportivo del modelo. Sin embargo, donde más a fondo se ha empleado Infiniti es en el interior que, además de ganar en espacio, incluye un gran equipamiento de serie.
El interior ha sido diseñado con materiales de alta calidad como aluminio, madera, cuero o alcántara y estrena un sistema multimedia con dos pantallas táctiles, de 7 y 8 pulgadas respectivamente, equipo de sonido Bose de 17 altavoces y numerosos sistemas de seguridad como el el asistente Pro Pilot de Nissan, capaz de controlar la velocidad, la distancia con el coche precedente y mantener el coche en el carril en autovía.
Más allá de cuestiones de diseño exterior e interior, la principal novedad del Infiniti QX50 2018 es la incorporación, por primera vez, de la tecnología de motores VC-Turbo, que permite alterar la relación de compresión del motor entre 8:1 (para prestaciones) y 14:1 (para eficiencia) en función de la situación y las necesidades, ajustando los pistones.
El bloque motor en sí es un propulsor de gasolina 2.0 turboalimentado de cuatro cilindros, con una potencia de 268 CV y un par máximo de 380 Nm, que promete consumos tan ajustados como los de un diésel de cuatro cilindros y va asociado a un cambio CVT Xtronic. Gracias a este motor y la nueva tecnología VC-Turbo, el ciclo estadounidense homologa un consumo de 8,7 litros con tracción delantera y de 9 litros en versión de tracción total.
