Es cierto que MOVES III y sus hasta 7.000 euros de ayuda (8.000 euros si aplicamos el descuento del concesionario) pueden equilibrar la balanza en favor de la compra de varios modelos cero emisiones, lo cierto es que el vehículo eléctrico sigue teniendo las mismas barreras: infraestructura de recarga insuficiente, unos precios elevados y unas ayudas que pueden no llegar a compensar a la larga.
Sin embargo, también tienen sus ventajas. Por ejemplo, son más baratos de reparar, la electricidad es más económica que la gasolina o el diésel, suelen venir muy bien equipados y pueden acceder a las zonas de bajas emisiones; incluso aparcar de manera gratuita en zonas de estacionamiento regulado, como es el caso de Madrid.
Coste de mantenimiento inferior
Al tener menos componentes y un funcionamiento más sencillo, el motor eléctrico goza de unos costes de mantenimiento inferiores en comparación con los bloques gasolina y diésel. Por poner un ejemplo, en Xataka han hecho una interesante comparativa entre el mantenimiento de un Volkswagen e-Golf y sus variantes gasolina y diésel.
Así, la versión cero emisiones, en 12 años de uso, conlleva un coste de mantenimiento de 1.289 euros, frente a los 3.959 y 3.749 euros que tendrías que pagar por mantener el mismo modelo gasolina o diésel, respectivamente.
Cuánto cuestan las reparaciones de un eléctrico
Una de las mayores de quienes ya tienen un vehículo cero emisiones es saber el coste de las reparaciones. Para ello, CONEPA, la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, ha analizando el coste de reparación de los modelos eléctricos más vendidos en nuestro mercado: el Renault Zoe, el Nissan Leaf, el BMW i3 y el Hyundai Ioniq.
Así, teniendo que reemplazar el motor eléctrico, el Ioniq es el modelo en el que la reparación es más costosa. Se requieren 2,7 horas y tiene un coste de 10.549,16 euros. Le sigue el BMW i3 con 8 horas de trabajo y una tarifa de 3.918,81 euros. El Nissan Leaf, por su parte, requiere de 6,8 horas de trabajos y un precio de intervención de 3.604,33 euros. El más económico es el Renault Zoe, requiriendo de tan sólo 0,6 horas y tiene un coste de 2.808,58 euros.
En cuanto a la sustitución de la batería, el Renault Zoe precisa de 1,2 horas y tiene un coste de 2.730,77 euros. Le siguen el BMW i3 (3,5 horas y 1.978,98 euros) y el Hyundai Ioniq (4,4 horas y 1.347,64 euros). En el caso del Nissan Leaf no es posible cambiar una única celda teniendo que optar al cambio del acumulador completo.
Es este último elemento el más caro de todos: el Hyundai Ioniq tiene un coste que prácticamente se puede equiparar con el precio de compra del vehículo. Se requieren 3,1 horas y cuesta 22.195,20 euros. Le siguen el Nissan Leaf (16.649,40 euros) y el Renault Zoe (14.749.53 euros). El BMW i3, por su parte, sólo pueden cambiarse celdas independientes.
Un gran ahorro frente a la gasolina y el diésel
Es sin duda una de las principales ventajas del vehículo eléctrico. Como detalla el estudio sobre los costes totales de uso de los turismos según el tipo de combustible, realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en colaboración con la Fundación Europea del Clima, el coste total de un compacto cero emisiones tras 11 años de uso es de 56.000 euros, frente a los 65.000 euros de coste que tendría tener un compacto gasolina.
El ahorro es de 9.000 euros recargando el coche con la tarifa eléctrica estándar (4 euros/100 km). Eso sí, si recargáramos el coche con la tarifa nocturna reducida (1,6 euros/100 km), el ahorro pasaría a ser de 13.000 euros y de hasta 15.500 euros si nos acogemos a la ayuda máxima de 7.000 euros del MOVES III por achatarrar un vehículo con una antigüedad de siete años o más.
Las ayudas están ahí pero hay que declararlas a Hacienda
El Plan MOVES III es el plan de ayuda a la compra de vehículos ecológicos más ambicioso hasta la fecha. Respecto al MOVES II ha ampliado su dotación de los 100 a los 400 millones de euros y, en caso de que fuera necesario, esta cuantía se podría incrementar hasta los 800 millones. La cuantía máxima es de 7.000 euros, achatarrando un coche con una antigüedad de siete años o más, para los vehículos eléctricos con una autonomía superior a los 90 km.
El requisito principal es que el vehículo en cuestión debe tener un precio inferior a los 45.000 euros (sin IVA). Cifra que se amplía hasta los 53.000 euros (sin IVA) si se trata de eléctricos de ocho o nueve plazas. Eso sí, debes saber que estas ayudas se declaran a Hacienda. Por ejemplo, los compradores con un sueldo medio de 21.161 euros que se acogieron al Plan Moves II, han tenido que pagar 1.200 euros por una ayuda de 4.000 euros y 1.650 euros por una de 5.500 euros.
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