¿Recuerdas cuando, en el mes de abril de este mismo año, te mostrábamos el SUV más potente del mundo? Se trataba del Jeep Grand Cherokee Trackhawk, un coche que nos impresionó enormemente por su agresiva estética exterior y, especialmente, por disponer de un propulsor con una potencia de hasta 717 CV y 875 Nm de par motor máximo. Pues bien, esta versión ha quedado empequeñecida después de que el modelo haya pasado por las manos de Hennessey Performance.
El preparador yanqui se ha encargado de darle una buena ración de ´esteroides´ al Jeep Grand Cherokee Trackhawk y lo ha llevado hacia nuevos límites a través de la instalación de un kit denominado HPE1000. En resumen, este paquete desarrollado por Hennessey Performance hace que el propulsor de este SUV, un bloque de gasolina HEMI de 6.2 litros y ocho cilindros en disposición de V, desarrolle la impresionante cifra de potencia de 1.025 CV. Por su parte, el par motor máximo es de 1.314 Nm.
Con estos ingredientes asociados a una caja de cambios automática Torqueflite de ocho velocidades, el Jeep Grand Cherokee Trackhawk preparado por Hennessey acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, recorriendo un cuarto de milla -unos 402 m aproximadamente- en 10,5 segundos a una velocidad de 214 km/h. Además, para conseguir estos números, Hennessey ha instalado nuevos sistemas de admisión y escape, un compresor volumétrico más grande, unos inyectores con mayor capacidad, un nuevo mapeado de la electrónica o una bomba de combustible con un caudal mayor.
En cuanto a su estética, todavía no ha sido revelada de manera oficial, lo que significa que el modelo que puedes ver en las fotos que ilustran este artículo es el Jeep Grand Cherokee Trackhawk original. Por último, Hennessey Performance confía ciegamente en sus modificaciones y por ello ofrece una garantía de un año o 12.000 millas.
