Prueba Lamborghini Essenza SCV12: un Aventador sin limitaciones

Steve Sutcliffe
Steve Sutcliffe
¿Cómo sería el Lamborghini Aventador liberado de las restricciones necesarias para la calle? El nuevo Essenza SCV12 para circuito, de 830 CV y 2,2 millones de euros, tiene la respuesta. Y lo hemos conducido.

Es un coche de circuito basado a grandes rasgos en el Aventador y sólo se fabricarán 40 unidades, a 2,2 millones de euros antes de impuestos cada una. Así que es un juguete serio para los verdaderamente ricos aunque, según Lamborghini, no competirá nunca, a pesar de tener la aprobación de la FIA para hacerlo.

Considéralo la respuesta de Sant’Agata al programa FXX de Ferrari, en el que la marca diseña y desarrolla los hiperdeportivos más locos y caros imaginables, y los vende a sus clientes más adinerados, aquellos que buscan la experiencia definitiva y más exclusiva sobre cuatro ruedas, pero no quieren necesariamente competir. Y aunque Ferrari pueda haber sido pionera en esta idea hace 16 años con el FXX basado en el Enzo, ahora Lamborghini la ha replicado descaradamente, reclutando la ayuda de Emanuele Pirro, cinco veces ganador de Le Mans con Audi Sport y leyenda de la competición.

Pirro es, en la práctica, el responsable del programa Essenza, siendo el SCV12 de 830 CV el primer ejemplar de una completa gama de versiones ultrarrápidas de hipercoches, en edición limitada, que cuidará y mantendrá la propia fábrica, como Ferrari con los coches XX. Para ayudar en su fabricación, Pirro creó un equipo con gente del departamento de competición de Lamborghini, Squadra Corse, y de ahí la denominación SC. Tras tres años y una pandemia global, el SCV12 es el resultado. Y, sin duda, es un gran trabajo.

lamborghini essenza 3

Se basa en el monocasco de fibra de carbono del Aventador, pero modificado extensamente para acomodar un 6.5 litros V12 que se ha rotado 180 grados para que la nueva caja de cambios X-Trac secuencial de seis velocidades, que ahora es un elemento estructural, vaya justo detrás, en lugar de delante, como en el coche de calle. El motor es similar internamente al del SVJ, pero produce 830 CV a 8.500 rpm y 760 Nm a 7.000 rpm, un incremento de 60 CV y 40 Nm, gracias a un sistema ram-air que canaliza aire desde la gran toma del techo hasta la admisión. 

El SCV12 ya no es un Aventador. Solamente la batalla es ya 205 milímetros más larga, mientras que la carrocería se extiende tanto en el frontal como en la zaga. Sus diseñadores del Centro Stile aseguran que siempre quisieron crear un coche con una trasera más larga, con un perfil más radical (lo han conseguido), y a cambio esto ha ayudado a los ingenieros aerodinámicos a crear un coche también más efectivo. El resultado es una carga aerodinámica de 1.200 kilogramos a 250 km/h, si bien Pirro afirma que esta cifra máxima no es la clave. Lo es el hecho de que el coche genere “mucha aerodinámica aprovechable, en lugar de un pico alto”, lo que para él es mucho más importante. 

La brutal aceleración que es capaz de generar es bastante impresionante

Lamborghini no se ha preocupado de hacer un coche con el mejor tiempo de 0 a 100 km/h o la mayor velocidad máxima, ya que el objetivo era lograr un coche de circuito muy rápido pero divertido y relativamente fácil de conducir. Aun así, el SCV12 alcanza los 100 km/h en bastante menos de 3 segundos (Lamborghini no dice cuánto menos) y su velocidad punta supera con creces los 338 km/h, a pesar del enorme alerón.

Otro elemento con el que Pirro está claramente satisfecho es el diferencial del SCV12, que es mecánico pero operado de forma electrónica, por lo que puedes modificar la precarga a través de un dial giratorio en la parte superior izquierda del volante (que más bien parece el mando de vuelo de un avión). En la práctica esto te permite abrir o cerrar el diferencial para eliminar o acentuar el subviraje o el sobreviraje, según convenga en el circuito en el que estés, o incluso para cada curva específica que ataques en pista.

Lamborghini Essenza volante

Hay cinco modos diferentes para el motor entre los que elegir, a través de otro mando giratorio del volante, y cada uno añade un 5 % más de potencia. Sólo en el modo 5 el coche ofrece todo su potencial. También hay control de tracción y ABS, ambos de 12 etapas, siendo las seis primeras esencialmente un ajuste para mojado, lo que significa que tienes otras seis con las que jugar en seco en función de lo bueno que creas que eres. Los mandos para estas y otras funciones están todos salpicados alrededor de un panel de instrumentos digital Motec, situado en el centro del volante.

Sorprendentemente, los frenos del coche que estamos conduciendo son de acero, aunque también hay carbocerámicos disponibles. Pirro afirma que le gustan los discos de acero, ya que tienen una horquilla de temperatura de funcionamiento más amplia y su desgaste es “bastante bueno”. Tampoco ofrecen menos capacidad de frenada que los discos de carbono, pero son mucho más baratos de sustituir. El único inconveniente es que pesan un poco más, pero incluso con frenos de acero el peso en vacío del SCV12 es de menos de 1.500 kilos. “Lo cual es mucho para un coche de carreras puro”, admite Pirro, “pero no está nada mal teniendo en cuenta los sistemas electrónicos que equipa el coche y cuál era nuestra intención original”.

Si alguna vez has conducido un Aventador o incluso un Murciélago, ya tienes al menos una pequeña idea de cómo es conducir el SCV12. O casi. Puedes sentir el mismo ADN en la manera en que responde a tus órdenes y su comportamiento fundamental evidencia su naturaleza de motor central. Sigues sintiéndote como en la punta de un misil con forma de V en el que gran parte de la inercia va por detrás de ti y quiere adelantarte cuando te equivocas.

Lamborhini Esseza

Pero en realidad nada puede prepararte para la forma en la que el SCV12 se merienda el asfalto que pasa bajo sus enormes neumáticos Pirelli slick. A pesar de un inmenso factor intimidante inicial, gracias a un V12 tremendamente sonoro, una dirección algo inquieta al principio o un habitáculo que parece una sauna de una única plaza desde la que apenas se ve nada, el SCV12 resulta ser mucho más equilibrado y mucho, mucho más rápido que incluso el Aventador de calle más veloz. De hecho, una vez te acostumbras a lo que es capaz de hacer, no parece un Aventador en absoluto.

Rodando en el circuito italiano de Vallelunga, donde estamos probando el SCV12, un Aventador SVJ rodaría 15 segundos más lento por vuelta, mientras que un Huracán GT3 estaría 3 segundos por detrás. La brutal aceleración que el SCV12 es capaz de generar es bastante impresionante al principio. Es así de salvaje, así de intensa, y la forma en que la caja X-Trac sube y baja de marcha tan limpiamente sólo amplifica el efecto. A pesar de todo, son los frenos y el agarre aerodinámico que produce el coche lo que te deja totalmente incrédulo y hace que parezca un verdadero coche de carreras. 

Los frenos son heróicos en la forma en que te detienen en una impresionante corta distancia desde enormes velocidades, vuelta tras vuelta, sabiendo que son únicamente tus límites, y no los del coche, los que te impiden ir todavía más rápido. 

Acostumbrarse a la aerodinámica hasta el punto de confiar en ella es principalmente cuestión de tiempo, pero también necesitas cierto grado de confianza en tu propia imaginación, ya que de otra manera nunca irás lo suficientemente rápido como para hacer que el aire trabaje a tu favor. Pero cuando consigues la determinación de afrontar una curva a alta velocidad, la recompensa es generosa y los resultados son bastante surrealistas.

Lamborghini Essenza curva

Incluso en curvas de tercera velocidad, el SCV12 se pega al asfalto cuando piensas que, sin duda, está a punto de derrapar. En cuarta y quinta marcha, en curvas de 200 a 225 km/h, parece atado al suelo de forma sobrecogedora, y puedes sentir las fuerzas descendentes a través del peso del volante y también del asiento, a medida que la carga aerodinámica va aumentando.

La dirección es hiperprecisa pero no es especialmente parlanchina. En su lugar ofrece una forma efectiva de guiar el frontal del SCV12 en las curvas, a pesar de no ser fuente de ningún éxtasis subjetivo. Aunque el motor y la caja de cambios resultan casi convencionales en comparación con la aerodinámica y los frenos, consiguen definir el carácter del coche en movimiento.

La caja de cambios es fantástica, engranando marchas tan rápido como podrías desear, aunque tienes que ser decidido con tus movimientos, ya que sino te escupirá los cambios a medias. En cuanto al motor V12, es aún más magnífico aquí que en ningún otro Lamborghini que haya conducido nunca. Es verdaderamente una gozada de utilizar, o incluso simplemente de escuchar, sin ningún tipo de silencioso en el escape y un ‘crescendo’ de infarto en su entrega. En este momento no hay nada en el mundo como este propulsor y, cuando el motor pase a mejor vida, una gran parte de Lamborghini se perderá con él. 

Únicamente por esta razón, el Lamborghini Essenza SCV12 se merece un lugar entre el resto de auténticos grandes de Sant’Agata, a pesar de ser sólo una extravagancia para los megarricos.

Así es su lado TECNO

Lamborghini Essenza 2021

La aerodinámica del SCV12, sólo apto para circuitos, es uno de los aspectos más avanzados del modelo. Se beneficia de la experiencia en competición de Lamborghini Squadra Corse y anuncia una carga aerodinámica de hasta 1.200 kilogramos a 250 km/h, superior a la de modelos GT3 de carreras.

Destacan muchos elementos heredados de los Huracán Super Trofeo EVO y GT3 EVO de competición, como la doble entrada de aire del capó delantero, que canaliza aire frío hacia la toma de aire de techo, el agresivo splitter frontal, aletines verticales en las taloneras que mejoran el flujo de aire hacia el motor y la caja de cambios, o un gran alerón trasero ajustable de doble perfil, por ejemplo.

Ficha técnica Lamborghini Essenza SCV12

Lambirghini Essenza Chasis
  • Motor: V12, 6.498 cm3
  • Potencia: 830 CV a 8.500 rpm
  • Par: 760 Nm a 7.000 rpm
  • Peso: < 1.500 kg
  • Relación peso-potencia: < 1,81 kg/CV
  • 0-100 km/h: < 3,0 segundos
  • Velocidad máxima: > 338 km/h
  • Precio: 2,2 millones de euros
  • Valoración: ★★★★★

 

Lamborghini Aventador

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