¿Quién dice que no puedas tener un SUV-B premium? La primera incursión de Lexus en un segmento hasta el momento inédito para la empresa se llama LBX. Y conjunta, en ‘frasco’ pequeño, las principales cualidades que caracterizan a cualquier modelo Lexus de alta gama, tanto estéticas como funcionales.
Se trata de un SUV de 4,19 metros de largo, cinco plazas y 332 litros de maletero. Destaca por el elevado refinamiento de su habitáculo, constituido por materiales de una calidad poco común en el segmento de los SUV urbanos, y por disponer de un listado de equipamiento, de serie y opcional, de nuevo inaudito para la mayoría de su competencia directa.
Y es un Lexus, de modo que adaptar un sistema de propulsión híbrido es casi una obligación. Cosa que tiene especial sentido, por cierto, en un automóvil de uso cotidiano destinado a pisar mucho los entornos urbanos.
Notable confort, buenas calidades y muy bajo consumo de combustible
La parte motriz se compone de un motor de gasolina 1.5 de 91 CV que se asocia con un propulsor electrico de 94 CV y con una transmisión automática. La potencia máxima conjunta es de 136 CV y sus cifras prestacionales son destacables, pues por ejemplo sólo precisa de 9,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, mientras que su consumo de combustible homologado, muy acorde al que puedes obtener en uso real, por cierto, es de sólo 4,5 L/100 km.
Y logra que su consumo sea especialmente bajo, en parte, porque el LBX dispone de una batería de 1 kWh de capacidad, que es bastante alta para tratarse de un híbrido no enchufable de tamaño compacto. Esto le permite que la conducción eléctrica en entorno urbano sea casi una constante, mientras que al mismo tiempo, en carretera, tiene suficiente ‘pila’ como para que la parte eléctrica adquiera un elevado grado de protagonismo en la conducción.
No olvidemos, además, que su nutrida gama cuenta con hasta cinco acabados estéticos diferentes (Base, Elegant, Emotion. Cool y Relax) y que, como algo casi inaudito en su segmento, los acabados Cool y Relax pueden combinarse con un sistema de tracción total brindada por la instalación de un pequeño motor eléctrico auxiliar en el eje trasero, el cual colabora al avance del vehículo sobre firme deslizante.
Y no resta ni capacidad al maletero (ocupa poquísimo y se ancla al propio eje) ni espacio al habitáculo, puesto que no hay conexión mecánica entre este propulsor y los motores delanteros.
En consecuencia de todo lo anterior, el Lexus LBX pugna con cualidades muy particulares en el segmento más competitivo de todo el mercado. Es un coche premium en un mundo de coches no premium, y eso le convierte en un sujeto especial.
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