Las llamadas a revisión, hasta `en las mejores familias´

¿Creías que comprándote un caro superdeportivo te librarías de los temidos defectos de fabricación? Aston Martin acaba de demostrar que no, solicitando que pasen por el taller casi 3.000 unidades de casi todos sus modelos.


Aston Martin ha llamado a revisión a 2.832 unidades de sus modelos en todo el mundo -689 de ellos, en Estados Unidos-, tras detectar un defecto en el pedal del acelerador. Los vehículos afectados abarcan prácticamente toda la gama del fabricante de superdeportivos británico: Hay ejemplares de los DB9, DBS, Rapide, V12 Vantage, V8 Vantage y Virage. Estos vehículos fueron fabricados entre el 14 de mayo de 2012 y el 10 de abril de 2013.

La respuesta de Aston Martin no se ha hecho esperar, achacando el fallo a «un material plástico que no se corresponde con las especificaciones de diseño de Aston Martin«. La marca asegura que, en el caso de que el acelerador se rompiera, el motor se quedaría al ralentí y el vehículo se acabaría deteniendo. También ha añadido que «las partes rotas habían sido sometidas a un uso intensivo». Paralelamente, Aston Martin ha llamado a revisión a otras 70 unidades en Canadá. En caso de detectarse el defecto, el servicio oficial pasaría a sustituir el brazo del pedal del acelerador, una operación que lleva quince minutos según la compañía.

Aston Martin ha confirmado que el primer fallo del acelerador se produjo durante una presentación para periodistas europeos. A continuación, la dirección de tráfico estadounidense -la NHTSA– denunció la situación y comenzó la llamada a revisión a nivel mundial.

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