Una situación económica en plena recuperación pero que todavía no parece suficiente para realizar dispendios económicos parece ser suficiente para que varias marcas hayan decidido no acudir a uno de los eventos del sector más importantes del año, el Salón Internacional del Automóvil de París. Este hecho parece decisivo en fabricantes con un volumen de ventas más reducido, si bien sorprende que otras compañías generalistas renuncien a su presencia en la cita parisina.
De esta manera, Rolls-Royce, Bentley, Lamborghini o Aston Martin -esta última todavía por confirmar- no estarán presentes en el Salón de París. No obstante, que marcas como Ford o Mazda hayan confirmado su ausencia resulta chocante. Lo cierto es que estas dos marcas tienen poco que enseñar, por lo tanto habrían decidido destinar sus recursos a acciones comerciales y publicidad para incrementar sus ventas en Europa. En el caso de Mazda ya avisó en el Salón de Ginebra, e intentará llegar a un público más amplio que no englobe solo a los entusiastas de los coches.
Por último, otro fabricante que, a pesar de tener un importante lanzamiento como el V90 Cross Country, no irá a París es Volvo. La firma sueca ha decidido recortar gastos drásticamente y mostrar su nuevo modelo en eventos especializados en el nicho de mercado que pretende atacar el V90 Cross Country.
