Acabado deportivo; también disponible para el TSI 110

Skoda Fabia Monte Carlo TSI 150: probamos el Fabia con el acabado más deportivo

Miguel Tineo
Miguel Tineo
Skoda es una de las marcas más importantes en el mundo de los rallyes en los últimos años. Y, de todos los rallyes, el MonteCarlo es el más famoso de todos. ¿Cómo no iba a haber una versión deportiva con ese nombre?

Antes de nada, dejemos las cosas claras: el coche que vamos a probar hoy es un Skoda Fabia Monte Carlo. Eso es un Fabia con un acabado deportivo que se denomina Monte Carlo, pero no es una variante deportiva del Fabia como sí lo es, por ejemplo, el VW Polo GTI o el Toyota GR Yaris. Con este Monte Carlos, Skoda trata de ofrecer una imagen más rácing, pero sin modificar apenas nada desde el punto de vista mecánico o dinámico.

Con esa aclaración, el acabado Monte Carlo está disponible con dos motores, el 1.0 TSI de 110 CV, tanto con cambio manual de seis marchas como automático de siete, o el 1.5 TSI de 150 CV de esta prueba, que sólo puede ir asociado al cambio DSG de siete relaciones. Ninguno de ellos, como ocurre con el resto de la gama Fabia, recurre a sistema de hibridación alguna ni a combustibles alternativos, por lo que tiene etiqueta C de la DGT.

El Fabia es un urbano de cinco puertas con una carrocería de 4,10 metros de longitud que, en su interior, destaca por su amplitud. No en vano, sus plazas traseras obtienen una buena nota entre los urbanos y su maletero, con 380 litros, ofrece la misma capacidad que, por ejemplo, un VW Golf o un Seat León, modelos más largos y del segmento de los compactos.

El acabado Monte Carlo incluye unos paragolpes deportivos y detalles en negro brillante en zonas como el alerón trasero, los retrovisores, la parrilla delantera o los faldones laterales. En el interior, además de los asientos deportivos y el volante de cuero con la denominación Monte Carlo, destacan algunas inserciones en rojo en el salpicadero y los pedales de aluminio. Todo lo demás es, básicamente, lo mismo que podemos encontrar en cualquier otro Fabia que, eso sí, esté muy bien equipado de serie.

Así es por dentro

En el interior, y más allá de los detalles que comentábamos anteriormente, el Fabia Monte Carlos apenas difiere de las demás versiones de la gama. Se puede criticar el empleo de mucho plástico duro, pero ahora mismo ya es la tónica general también entre sus rivales directos. Donde el Skoda se desmarca es en ergonomía, pues su pantalla táctil no es de las más complejas de utilizar y se siguen empleando bastantes botones que facilitan mucho la vida del conductor. De estos, y por poner citar algo que igual habría que revisar, no terminan de convencernos los dos botones cromados que hay en el volante, pues sobresalen más de lo deseado y a veces es fácil accionarlos sin querer cuando se está maniobrando, por ejemplo.

Skoda Fabia motecarlo40

Donde no se pueden poner pegas es en la postura al volante, pues es muy fácil encontrarse a gusto sea cual sea nuestro tamaño y nuestras predilecciones. Y, como decíamos un poco más arriba, la habitabilidad y la capacidad del maletero tampoco admiten muchas críticas, pues son dos aspectos donde el Fabia obtiene muy buena nota, sobre todo en lo que respecta al maletero.

ampoco nos podemos olvidar de la filosofía Simply Clever de Skoda, que se caracteriza por esos pequeños pero muy prácticos detalles que nunca están de más, como la rasqueta de hielo integrada en la tapa del depósito de carburante, los recipientes portátiles repartidos por el interior, la alfombrilla de plástico de plástico para el suelo del maletero o el doble fondo… Algunos, como los dos primeros, son de serie; los demás van en diferentes packs según todo lo que deseemos por un precio que va de los 177 a los 286 euros.

Así va en marcha

El Fabia Monte Carlo puede llevar, por 135 euros, una suspensión deportiva y, por 442 euros, unas llantas de 17 pulgadas con neumáticos 215/45. Con ambas opciones, suponemos que el comportamiento diferirá del que nos ha ofrecido nuestra unidad, que no contaba con ninguna de las dos opciones.

Esto explica que nuestras sensaciones al volante, si hablamos del comportamiento, son las mismas que las de otros Fabia que hemos tenido ocasión de probar: es un coche con una suspensión suave, que trata con mimo a los ocupantes y que, aunque en algunos casos deja que los movimientos de la carrocería sean más amplios y se produzcan con más lentitud de lo deseado, sorprende por lo bien que se comporta en líneas generales.

Gran parte de la culpa la tiene la agilidad del conjunto, gracias a un eje delantero incisivo y preciso que permite que el Fabia cambie de dirección con mucha facilidad, así como un eje trasero noble y de reacciones muy previsibles que transmite siempre una sensación de control muy elevada. Es, en resumen, un coche que sigue apostando claramente por la comodidad pero, también, por la facilidad de conducción y la nobleza de reacciones, más que por cierta deportividad.

En cuanto al motor, y pese a la diferencia de 1.900 euros que hay respecto al Monte Carlo TSI 110 DSG, creemos que es la opción más recomendable. Y no sólo por el hecho de ser más potente, que también, sino porque su respuesta es más intensa en todo momento y, sobre todo, resulta mucho más fino y agradable de conducir.

Además, su consumo es igual al del 110 con cambio automático; en la práctica, a velocidad sostenida por carretera es relativamente sencillo moverse en torno a los 6 L/100 km, incluso algo menos, mientras que en condiciones de tráfico urbano se acercará más a los 6,5 L/100 km. Es un motor poco gastón, sobre todo para su nivel de potencia. Por otro lado, y dado que el acabado Monte Carlos afecta al aspecto estético, no hay un sonido del motor más deportivo.

El cambio automático es el conocido DSG de doble embrague y siete marchas del Grupo VW. Y, como ocurre en todos últimamente, es recomendable para quien quiera olvidarse de manejar el cambio automático, algo muy útil, por ejemplo, en tráfico urbano. Sin embargo, por lo demás, nos sigue gustando más el cambio manual de seis marchas, que sí está disponible en el motor 1.0 TSI 110 pero no en este 1.5 TSI 150.

¿Y el precio?

Este Fabia TSI 105 Monte Carlo vale 25.660 euros. Con el mismo motor y cambio, un Fabia Style sale por 20.388 euros, es decir, 5.272 euros menos. Es una diferencia muy considerable dado que tampoco existe una diferencia de equipamiento grande más allá del climatizador bizona (260 euros en el Style), los asientos deportivos o la estética exterior del Monte Carlo. Lo mismo ocurre con la versión TSI 110 CV.

 

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