El futuro no parece muy prometedor para Maserati. El fabricante italiano viene repitiendo con demasiada frecuencia durante los dos últimos años, pero especialmente en este 2017, parones técnicos de la producción que en ocasiones suponen el cierre de las fábricas de la marca durante periodos de hasta un mes. De hecho, el último paro técnico de este fin de año supera todos los anteriores, ya que Maserati ha cesado la producción de absolutamente todos los modelos que produce, incluido alguno de Alfa Romeo.
¿Cuál es la causa de estos cierres temporales en las fábricas de Maserati? Maserati tiene en China su primer mercado, pero la nueva reglamentación asiática sobre importación de vehículos ha hecho que las ventas de la marca en el país asiático se encuentren en un momento de caída importante y así se refleja en los datos. Un claro ejemplo es el Maserati Levante, el SUV de lujo de la marca tuvo una gran acogida en su lanzamiento durante finales de 2016 y principios de 2017. Sin embargo, las cosas han cambiado tanto que ahora se prevé una reducción de la producción del modelo de aproximadamente el 45% para 2018.
Y es que la nueva ley en China prohíbe al fabricante imponer un stock de coches al concesionario. De esta forma y teniendo en cuenta que los concesionarios compran los vehículos a la marca en función de sus pedidos y previsiones, si sobra mucho stock, éste exceso de producto se carga a cuenta de concesionario y no de la marca, algo que ha provocado que, si en la primera mitad de 2017 se entregaban en China una media de 800 Maserati Levante, ahora la cifra apenas alcanza las 350 unidades.
Además de estos cambios en la reglamentación de China, hay que sumar la falta de inversión y desarrollo de nuevos modelos o de profundas actualizaciones en los modelos de la marca. Por otro lado, tampoco se ha vuelto a hablar de la posibilidad de desarrollar versiones eléctricas o híbridas y la única novedad de la que se ha rumoreado algo es sobre el lanzamiento de un SUV compacto. No obstante, muchas informaciones afirman que este anuncio forma parte del plan de Sergio Marchionne, CEO del Grupo FCA, para hacer atractivas todas las marcas del grupo y poder sacar un mayor beneficio en una hipotética venta del grupo automovilístico italiano.
Sin duda, todos estos factores y la atmósfera que rodea a Maserati no es nada halagüeña, pero habrá que esperar para ver en qué acaba todo.