La firma italiana Maserati ha llamado a revisión en Estados Unidos a 39.381 de sus vehículos debido a un posible riesgo de incendio. De esta manera, los problemas en este sentido continúan para Maserati, la cual ya tuvo que realizar masivas llamadas a revisión a todas sus unidades comercializadas en Estados Unidos durante diciembre del año pasado. El motivo fue que las cámaras de visión trasera presentaban problemas. No obstante, lo más ´gordo´ fue la paralización de las ventas de los modelos Quattroporte y Ghibli por un diferencial trasero que tenía una tuerca con una instalación defectuosa.
Así las cosas, la NHTSA -Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de Estados Unidos- ha anunciado en la campaña 17V046000 que el ajuste eléctrico de los asientos delanteros puede provocar una ruptura en el cableado, algo que podría derivar en un cortocircuito y en un posterior incendio. Las unidades afectadas por esta anomalía son los Maserati Ghibli, Levante y Quattroporte cuya fabricación se encuentre entre 2014 y el día de hoy.
Además, otra campaña de la NHTSA, en este caso la 17V045000, avisa de diversas fugas de combustible en 10.879 unidades de los Maserati Ghibli y Quattroporte producidos en los años 2014 y 2015. En cualquier caso, no se trata de los primeros problemas de Maserati en este año que acaba de empezar, ya que durante el mes de enero 1.515 unidades del SUV Levante fueron retiradas de las ventas debido a fallos en el software encargado de gestionar la caja de cambios -podía provocar la inserción de una marcha aleatoria e, incluso, que se apagara el motor-.
Dado el número de llamadas a revisión y, especialmente, el corto espacio de tiempo entre tantos fallos, Maserati deberá andarse con cuidado en Norteamérica si no quiere que su reputación comience a bajar y descienda su índice de fiabilidad.
